LIGA ENDESA | 16ª JORNADA

El Unicaja zarandea sin piedad a un Zaragoza golpeado por la COVID

El Unicaja castigó con severidad a un Zaragoza castigado tras su brote de coronavirus. Superó los 111 puntos que endosó al Joventut en abril de 2011.

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El Unicaja apisonó a un Zaragoza extenuado y golpeado por un brote de coronavirus. A duras penas, el equipo aragonés se recompuso y pudo saltar a la pista. Pero solo resistió 17 minutos donde pasó del empate a 35 a la tremenda y sorprendente paliza final que padeció porque, sencillamente, se desplomó. Los de Katsikaris, jugando a placer, acabaron metiendo 112 puntos y el máximo anotador fue… Bone con 21. Barreiro, que estuvo espléndido, clave en la ‘volata’ de los malagueños.

En los prolegómenos, emotivo homenaje para Adam Waczynski. El polaco se ganó el afecto de toda la hinchada del Unicaja donde jugó seis temporadas a muy buen ritmo e involucrándose de manera desinteresada en multitud de causas sociales. No tuvo su mejor noche.

El Zaragoza, sin Yusta ni Deon Thompson (también antiguo inquilino del Carpena), con COVID-19, empezaba el partido sobrepuesto a la adversidad y amenazando ruptura tras un triple de Omar Cook, otro ex del Carpena que coloca un 12-18 (minuto 8) y primer tiempo muerto de Katsikaris para prevenir catástrofes.

Unicaja mejora en este tramo su defensa provocando pérdidas en su oponente. A los 14’ Abromaitis, que estrenaba su nueva condición de ciudadano comunitario por obtener el pasaporte español tras seis años de residencia (cuatro en Tenerife y dos en Málaga y casado con una española) coloca un triple. 31-26. Ponsarnau, técnico del Casademont, pide oxígeno. Parcial de 4-9 que iguala a 35 a los 17’. Una antideportiva de Mobey descentraba para siempre a los zaragozanos y Unicaja se desmelena con un tremendo y veloz 11-0 con triples de Bouteille y Barreiro (46-35). Aquí se acabó el partido. Se llega al descanso con 48-38 con 11 puntos para Brizuela. 29-18 en este tramo.

Tras la reanudación ocho puntos de un motivado Barreiro, otro triple de Bouteille abren la diferencia hasta 59-38. Parcial de 11-0 demoledor en apenas cuatro minutos A base de arreones Unicaja volaba.

El Casademont Zaragoza, ahogado y desarmado, se encomendaba al veterano Cook (a punto de cumplir 40 años) para amortiguar el amago de caída brutal. En vano. Abatido tras salir de un conato de pandemia severa y sin apenas capacidad de reacción, el Zaragoza se derrumbó hasta ponerse el electrónico en un impensable 70-44 (27’).

La recta final casi que sobró. La diferencia creció hasta 81-54 a los 33’. El partido se le hacía insoportable al Zaragoza hasta el extremo de dar sensación de que Unicaja jugaba andando. A los 36’ demoledor e implacable 92-60 tras un triple de Cole. Y de ahí hasta alcanzar y superar los 111 puntos que endosó al Joventut en abril de 2011 (los badaloneses anotaron 55).

Y en una noche de récords se batió el de asistencias del club Nada menos que 31, una más que en la 1999-2000 ante el Fuenlabrada o 153 de valoración. En 2013-14 fueron 151 contra el Valladolid. Si esto sirve de punto de inflexión a una mala temporada, bienvenido sea. Pese a lo abultado del resultado lo de jugar la Copa del Rey en Granada sigue dependiendo de un impensable milagro.

RESUMEN

Unicaja (19, 29, 26 y 38): Alberto Díaz (0), Norris Cole (12), Bouteille (19), Barreiro (17), Micheal Eric (13) -quinteto inicial- Jaime Fernández (12), Darío Brizuela (13), Francis Alonso (7), Abromaitis (9), Nzosa (10) y Carlos Suárez (0).

Casademont Zaragoza (20, 18, 12 y 22): Bone (21), Mobley (7), Radoncic (8), Waczynski (5), Hlinason (8), quinteto inicial- San Miguel (0), Vanwijn (11), Omar Cook (5), Ramón Vilà (5), Font (2) y García (0).

Árbitros: Juan Carlos García González, Rubén Sánchez Mohedas y Andrés Fernández.

Incidencias: Martín Carpena: 2.000 espectadores.