NBA | GRIZZLIES 104 - LAKERS 99
Los Lakers se disparan en el pie
Dolorosa derrota, otra más, en un partido que tenían controlado. Ja Morant lideró la remontada de los Grizzlies. LeBron James cumple años con otro partidazo... y demasiadas derrotas.
LeBron James cumple hoy 37 años, en su decimonovena temporada en la NBA, con (literalmente) más tiempo de vida en la Liga que fuera de ella. Su longevidad está añadiendo, una lucha contra la lógica de la que sigue saliendo vencedor, un último (¿penúltimo?) tomo glorioso a una carrera enciclopédica, de leyenda. Por primera vez en su carrera, LeBron ha superado los 30 puntos con más de un 50% en tiros en seis partidos seguidos. Los Lakers solo han ganado uno, en Houston y un día antes del colapso en Memphis (104-99) que evita que LeBron pueda soplar las velas con una sonrisa. Anotó 37 puntos, capturó 13 rebotes y repartió 7 asistencias. E igualó su tope personal de triples, 8 en 14 intentos, una marcha que alcanza por tercera vez y a la que no llegaba desde 2014. Pero los Lakers perdieron, otra vez, incapaces de tener dos alegrías seguidas. Y están 17-19.
En negativo y todavía con muchas semanas por delante sin Anthony Davis. Y a la espera de Ariza, Nunn y hasta un Reaves que ha jugado muy bien cuando ha jugado. Cualquier cosa vale como esperanza en un estado tan precario. Siempre con problemas, siempre inconsistentes, los Lakers avanzan con más riesgo de quedarse fuera de playoffs que de colocarse entre los aspirantes. Al menos, hasta ver qué pasa de aquí al cierre de mercado, el 10 de febrero. Pero la construcción de la plantilla y el reparto de los sueldos hace muy difícil imaginar volantazos estruendosos para el momento clave de la temporada. Un equipo frustrante, al que siempre le pasa algo. Cuando directamente no compite, se ahoga en colapsos decisivos. Cuando mete los tiros, no defiende. Cuando defiende, suma demasiadas pérdidas… Siempre-pasa-algo, siempre hay una razón, un par de excusas a mano.
Los Lakers jugaron durante casi tres cuartos completos a muy buen nivel contra un rival muy duro. Llegaron a estar 14 arriba en un tercer cuarto en el que anotaron seis triples. Tuvieron la daga en la mano… y se vinieron abajo. Dejaron que los Grizzlies se engancharan al partido en la recta final de ese tercer cuarto (cerrado en 78-83) y encajaron en el último un parcial de 12-0 (de 87-92 a 99-92) en casi cuatro minutos que les dejó ya en cuidados intensivos. Con todo, tuvieron opciones al final: Westbrook falló una bandeja, LeBron un triple y una penetración, Jaren Jackson taponó a Bradley… y, en el último ataque y todavía a tiro de tres (una jugada con tres opciones de anotar desaprovechadas) el propio LeBron se embolicó y le dio la bola a Tyus Jones. Después, Bane sentenció desde la línea de personal (104-99).
Los Lakers sumaron 18 pérdidas, y esa fue su cruz pese a sus 15 triples. Y tiraron 8 tiros libres… pero los 29 de los Grizzlies. Solo Ja Morant lanzó 12, cuatro más que todo su rival. Carmelo Anthony no tuvo esta vez la puntería de 24 horas antes, en Houston, Monk volvió a estar bien en ataque, Stanley Johnson en defensa y Russell Westbrook (16+10+12) encadenó su tercer triple-doble seguido. ¿Para qué? Dwigth Howard volvió a jugar, dio solidez, pero no pisó la pista en el último cuarto. Y otro partidazo de LeBron se fue por el desagüe de un equipo que es una contradicción en marcha. Malik Monk lo expresó así: “Odio decir cosas así, pero seguimos siendo un equipo nuevo tratando de encontrar su lugar. Esta mierda es frustrante, tenemos que tener más cohesión como equipo, encontrar soluciones". El tiempo se acaba, el cierre de mercado se acerca y para creer en estos Lakers es cada vez más necesario creer también en la magia.
En situación contraria, los Grizzlies (22-14) son cuatros del Oeste, el mejor de todo los demás, el lote más bien amorfo que sigue a Warriors, Suns y Jazz. Los de Tennessee compiten siempre… y ganan casi siempre. Esta vez estuvieron contra las cuerdas, pero les salvó su jugador franquicia, un Ja Morant que va disparado hacia el All Star. El base sostuvo a su equipo primero, lo agarró al partido primero y lo lanzó después, con dos triples seguidos (del 93-92 al 99-92) y las acciones decisivas en la recta final. Acabó con 41 y 10 rebotes, un 6/7 en triples y bien acompañado por Bane (20 puntos), Jaren Jackson… todavía sin Dillon Brooks, los Grizzlies siguen apilando victorias y pegándose gustazos como este, con remontada incluida en la que bastó un arrebato de furia en el último cuarto. Más que suficiente contra un rival cuyos pies son barro puro. O ni eso.
Los Suns y los Jazz no fallan
Mientras los Lakers deambulan como alma en pena, los Suns siguen ganando partidos y pensando en el asalto al anillo que se les escurrió entre los dedos en las últimas Finales. Después de dos derrotas seguidas, cosa rara, ganaron a unos OKC Thunder completamente en cuadro a pesar de que dejaron a los visitantes con vida hasta un último cuarto clave (30-16, 115-97 final). Devin Booker sumó 38 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias con un 6/12 en triples. Una de las grandes noticias para los de Arizona es la irrupción de Jalen Smith, que está teniendo buenos minutos en una necesitada rotación interior que sigue sin DeAndre Ayton. Smith, un número 10 de draft (2020) que apuntaba a pufo, va encontrando su lugar (esta vez 12 puntos y 14 rebotes).
En otro partido a priori sencillo, los Jazz, el tercero en discordia en el Oeste, tampoco falló. Los Blazers están hechos unos zorros, y su transparente defensa apenas puso oposición ante un rival que llegó a 120 puntos sin forzar la máquina y sin Donovan Mitchell: 105-120 final con 22 puntos y 14 rebotes de Rudy Gobert, 15 puntos por cabeza para Conley y Bogdanovic y gran partido de los suplentes de Quin Snyder (21+6 Rudy Gay, 15+11 Whiteside, 19+4+5 Clarkson). Es un 25-9 para los Jazz, a dos partidos de Warriors y Suns, y un terrible 13-21 para los Blazers, a un partido y medio del baratísimo décimo puesto del Oeste. Damian Lillard y Norm Powell anotaron 32 puntos cada uno.
Los Mavericks se estrellan en Sacramento
En el último partido de la jornada, los Mavericks tuvieron en su mano otra de esas valiosísimas victorias sin Luka Doncic, que sigue en los protocolos COVID. Todo lo que arañen sin el esloveno es oro, y por eso fue especialmente dolorosa esta derrota en Sacramento, contra los débiles Kings y en el último segundo: triples sobre la bocina, desde la esquina derecha, de Chimezie Metu, y 95-94 final. Fue un partido muy flojo, en el que los Mavs no aprovecharon su buen inicio por un pésimo segundo cuarto (35-13). Jalen Brunson (25 puntos, 6 asistencias) y Kristaps Porzingis (24 y 7 rebotes), tiraron de unos Mavs con muchas bajas, que tuvieron sin embargo la bola para sentenciar, pero Porzingis no acertó y dejó con vida a unos Kings que se dieron la alegría final con el triple de Metu. Quedan en 15-21, aechando la zona de play in. Para los Mavs es un 16-18, octava posición en el Oeste.