Días de descontrol total provocados por la pandemia del coronavirus. Hace unos meses, Kurucs dio positivo y así lo hizo saber en sus redes sociales. La semana pasada, el letón junto a Giedraitis y Sedekerskis se quedaron inicialmente en Vitoria porque tenían fiebre. Todo apuntaba a que sufrían por el COVID-19 pero, al final, todo se quedó en un susto, en una gripe convencional. Kurucs mejoró, viajó a Múnich y ayudó a su equipo a ganar al Bayern.

Esta semana, con Raieste y Peters recuperados de sus operaciones de menisco y con los dos lituanos con la gripe superada, parecía que Neven Spahija podría contar con todos sus efectivos. Pero, de nuevo, Kurucs fue protagonista con una infección en el ojo izquierdo que le dejaba en el dique seco durante una semana. Tampoco jugará Euroliga con el Barcelona el jueves ni Liga ACB ante el Burgos el domingo por la tarde.

Con ese panorama, el equipo viajó ayer en autobús de Vitoria a Zaragoza, con apenas dos horas y media de desplazamiento. El partido estaba previsto para las 7 de la tarde pero, un posible positivo dentro del grupo aconsejaba recolocarlo a las 21:30 h. debido a un caso de alto riesgo dentro de la burbuja del equipo vitoriano.

Pues bien, hace unos minutos han trascendido dos noticias: la primera que se jugará definitivamente a las 10 de la noche y la segunda que el implicado es, ni más ni menos que el entrenador, aunque después el técnico dio negativo en una PCR. Todos los jugadores, salvo Kurucs que está en Vitoria, podrán saltar a la cancha pero el partido será dirigido desde la banda por David Gil, asistente del entrenador croata.