Kemba enciende la llama de la Navidad en Nueva York

La jornada de Navidad en la NBA y los New York Knicks son una sola cosa, pero el equipo de la Gran Manzana llevaba una década sin ganar este partido tan señalado en el calendario. La mala racha ha tocado a su fin, aunque para ello haya tenido que llegar a la ciudad de los rascacielos unos Atlanta Hawks sin nueve jugadores por protocolos anti COVID, entre ellos su estrella, Trae Young. Sin él (sin ellos) el partido se convirtió en un trámite para los Knicks, que se llevaron una alegría necesaria en una temporada plagada por el momento de decepciones. Aunque por mucho trámite que fuese el encuentro y muy descafeinado que estuviese, no olvidemos que esta victoria (101-87) suma. Los Knicks (15-18) se quedan media victoria de los Hawks (15-17), ambos a las puertas del play-in. Todos estos resultados de las últimas semanas, con equipos plagados de bajas, pueden ser vitales en un Este muy igualado en la parte intermedia de la tabla.

Pero volvamos al presente. Nueva York celebró, como hay que hacer con estas cosas, el partido de Kemba Walker. Un jugador que hace cinco encuentros estaba fuera de la rotación de Tom Thibodeau. Un jugador que llegó como estrella a su ciudad natal en lo que parecía la historia perfecta, pero que los problemas defensivos y la caída física del base tras varias lesiones  se empeñaron en estropear. La COVID ha hecho que Kemba vuelva al equipo y no lo está haciendo nada mal. En estos cuatro partidos promedia un 37,8% en triples lanzando más de 10 por partido, yéndose a 26 puntos, 8,3 rebotes y 7 asistencias de media. El jueves le metió 44 a los Wizards y hoy hizo las delicias de la grada del Madison Square Garden con un triple-doble (10+10+12) que es histórico. El primero en la historia de la franquicia en el día de Navidad, el décimo de siempre en un 25 de diciembre, formando parte ya de una lista de siete jugadores: Oscar Robertson, dominador de la misma con cuatro, John Havlicek, Billy Cunningham, LeBron James, Russell Westbrook y Draymond Green, todos ellos con uno. Igual que Kemba desde hoy.

Evan Fournier y Quentin Grimes anotaron cada uno 15 puntos. El último partido del rookie fue el día 12 y entonces les hizo 27 tantos a los Bucks. Hoy fue otro de los favoritos de la grada neoyorkina, que también apludió cada intervención de otro hijo pródigo y uno de los favoritos de los aficionados Obi Toppin (13 puntos en 14 minutos). Aunque en realidad el partido se ganó tanto o más por la intimidación de Mitchell Robinson, que por un día pareció el jugador que alguna vez pensamos que iba a ser ya. El pívot puso 5 tapones. Los Knicks anotaron sus siete primeros lanzamientos, logrando una ventaja inicial de 19-3 que fue premonitoria de lo que estaba por venir. Los Hawks pelearon el resto de la primera parte para no descolgarse del todo y redujeron la ventaja a 10 puntos al descanso, pero un parcial de 14-4 a la vuelta de vestuarios dejó el partido muy de cara para los locales. Con dos triples de Grimes y Taj Gibson los Knicks lograron la mayor ventaja del partido al inicio del último cuarto: 87-66. A partir de entonces el único interés fue esperar a que Kemba cogiese su décimo rebote.