Por primera en la temporada, los Pelicans han ganado tres partidos seguidos. Es noticia, claro, porque en Luisiana nada parece ir bien desde que todas las miradas están puestas en qué pasa (el pie, la báscula, la actitud…) con Zion Williamson, un jugador franquicia que no se sabe si lo acabará siendo. Pero ahora, y gracias en parte a que es uno de los pocos equipos que está teniendo demasiados contratiempos con la pandemia, las cosas marchan: 11-21, a dos partidos del décimo puesto (acceso a play in) tras superar a los Blazers (111-97) que se dejaron sus mini buenas sensaciones y quedan en 13-19. También lejísimos de donde querían estar pero undécimos, raspando esa tabla de salvación del play-in.

La inercia va más allá de estas tres victorias: 8-5 en los últimos trece partidos, 7-3 con el quinteto DeVonte’ Graham, Jason Hart, Brandon Ingram, Herb Jones, Jonas Valanciunas. Buena cosa. Y buenas sensaciones con una rotación que ya incluye, definitivamente, a Willy Hernangómez, que empezó el curso fuera de juego. El español, con paciencia y trabajo, le ha ganado a Jaxson Hayes la batalla del pívot suplente. En diciembre está jugando más de 15 minutos por noche y promediando más de 7 puntos y 7 rebotes. Esta vez se fue a 17 minutos con 13 puntos (5/6 en tiros de campo), 6 rebotes y 2 asistencias, y su participación fue especialmente importante cuando Jonas Valanciunas se cargó de faltas en la primera parte (9+5+2 del madrileño).

Su equipo no se aferró esta vez a heroicidades de Ingram (22+8+8) ni a triples de Graham (10 y 5 asistencias) ni a números excesivos de Valanciunas (10 y 16 rebotes). Además del incansable trabajo de Hart (20+5+5) fue el gran día de Nickeil Alexander-Walker, el escolta de 23 años que estaba llamado a ser (número 17 del draft de 2019) uno de los ejes de la reconstrucción post Anthony Davis. NAW perdió su sitio en el quinteto y no esta cómodo saliendo desde el banquillo… hasta este partido: 27 puntos, 4 asistencias, 6/9 en triples. Y un último cuarto para enmarcar: 18 puntos, incluidos los 11 primeros de su equipo, y cinco triples. Le quitó el puesto de jugador clave nada menos que a un Damian Lillard que sigue con su recuperación (39 puntos, 7 asistencias, 6/11 en triples) pero que tuvo poca compañía: 17+5+4 de Nurkic, 16 puntos de Norm Powell y solo 15 del banquillo por los 40 que sumaron entre Alexander-Walker y Willy. Así que, en un Oeste en el que hay oportunidades para todos por un nivel sorprendentemente pobre, los Pelicans se agarran a una pelea por el play in que es también, ahora mismo, el mejor escenario de estos muy grises Blazers.