NBA | GRIZZLIES 99 - THUNDER 102
El doloroso regreso de Morant
El jugador de los Grizzlies regresaba tras una lesión y se mostró contrariado no sólo por la derrota sino por lo que le gritaron los aficionados durante ella.
De las derrotas que pican. No sólo por el rival, aunque haya ido en clara mejoría en las últimas jornadas, también por el simbolismo. Cuando tu estrella regresa después de una lesión se supone que debes hacerle el caldo gordo para que se vuelva a sentir como en casa, pero esa sensación dista mucho de la que ha experimentado Ja Morant. El base dijo, tras el partido, quedarse anonadado con la reacción de algunos aficionados a su partido, conminándole a que abandonara la cancha: "Es frustrante para mí. Durante el partido iba corriendo por la cancha y oí a algunos aficionados diciéndome que me saliera de la pista y me sentara en el banquillo. No entiendo qué es lo que querían conseguir, pero han hecho que fuera a peor. Normalmente, ya lo habéis visto, me sirve de combustible que alguien diga algo negativo sobre mí, pero esta noche esos comentarios sí me han resultado dolorosos". Le ha llegado tan hondo que ha apagado sus redes sociales para centrarse sólo en volver a coger la mejor forma. Se pueden entender vagamente los chascarrillos, si es que no los decían en serio, porque durante la ausencia de doce encuentros del director de juego sus compañeros cuadraron un 10-2 espectacular que les ha impulsado en la clasificación y que, como él también remarcaba ante los periodistas después de perder, venían de ganar a los Thunder por 73 puntos en la que es la mayor diferencia de la historia de la NBA. Este lunes el resultado fue otro: 99-102. Los de Daigneault enlazan dos seguidas y golpean el ánimo de los Grizzlies y su mejor jugador, claramente contrariado tanto por su actuación como por la de los fans del FedEx Forum.
Los Grizzlies volvieron a problemas para sacar posesiones adelante con sus lanzamientos. Se quedaron en un 38% de acierto. No aprovecharon nada sacar un buen rendimiento a la pelea en el rebote y a intentar frenar al rival mandándole a la línea de personal. Los 17 tiros en juego de diferencia entre uno y otro equipo no se notaron. Y los Thunder no necesitaron ni siquiera tener un día enormemente inspirado: los habituales malos porcentajes de Giddey, gran conseguidor de estadísticas rimbombantes, se le pegaron a Gilgeous-Alexander y 'Bisonte' Dort, los otros a los que más se busca para los ataques de OKC.
Nada parecía tan catastrófico cuando los Grizzlies iban +16 en el segundo cuarto. La contienda se igualó rápidamente, no se esperó ni al descanso, y el pulso en la segunda mitad lo tomó mejor el equipo visitante. En los instantes decisivos dos jugadas, una penetración de Giddey y una acción desde la banda en la que la defensa sobre Shai fue entre o cero y menos uno, dejaron la distancia en tres. Dort, desde los tiros libres, la mantuvo para la última, un triple desde su campo de Dillon Brooks que se quedó corto. Como Memphis, quién lo hubiese dicho. Estos cambios tan repentinos son la vieja y la nueva normalidad, las dos, de la NBA.