NBA | TIMBERWOLVES 110 - LAKERS 92
Los Lakers vuelven a las andadas: caen en Minny y se lesiona Davis
Estos partidos fuera de casa sacan otra vez lo peor de los Lakers. En esta ocasión, con una lesión preocupante: Anthony Davis, pendiente de su rodilla.
No tienen un día tranquilo los Lakers. O encadenar dos seguidos, que se ajustaría de verdad a la realidad. No es una hipérbole. Ahora toca gira en feudos a los que van de visitantes y continúan sin ganarle la partida a la irregularidad. Se veían brotes verdes en las últimas semanas, pero de momento queda todo en suspenso. Las bajas por coronavirus están desajustando a toda la competencia y ellos no son una excepción, por ahí se pueden salvar, pero el juego desarrollado en Minnesota ante los Timberwolves con los que tenían disponibles dista mucho de los aceptable para un aficionado estándar de una franquicia tan exigente como la angelina.
En el Target Center los locales pasaron por encima. 110-92 fue el resultado final. Isaiah Thomas (19) fue el máximo anotador de los Lakers en su regreso a la franquicia. Karl-Anthony Towns (28) fue el mejor de todos los participantes.
Se llegaba con una racha de tres victorias seguidas pero dos de ellas ante dos equipos en decadencia, Thunder y Magic, y la última frente a unos Mavs sin Doncic en el último segundo con un triple de Austin Reaves. El novato fue uno de los que no pudo jugar al verse fuera, como Monk, Nunn, Howard y Bradley, por contacto con un positivo, Talen Horton-Tucker. El equipo de Vogel tenían, por tanto, a su trío de cabecera disponible y a un fichaje, Thomas, para afrontar este partido ante un rival que todavía pega más bandazos que ellos, pero ni así.
Con sólo 5:19 minutos de segunda parte transcurridos llegó la puntilla para los Lakers. Jaden McDaniels cayó al piso arrastrando la pierna izquierda de Anthony Davis, que se llevó la mano a la rodilla de manera alarmante. No volvió a jugar más. Según el primer vistazo de los médicos no reviste gravedad, pero esperarán a hacerle un segundo examen para descartar otra lesión importante.
Pegó fuerte. Hizo reacción. La lesión de Davis, sobre todo por los gestos, hizo temer lo peor y provocó un efecto contagio, si se permite el paralelismo, en sus compañeros. Los angelinos, que habían sido superados en la primera mitad con claridad, estaban situándose en buena posición para la remontada. A cinco puntos minutos después de verse con -14 en el electrónico del pabellón. A partir de la retirada de Davis el equipo se cayó e incluso Thomas, con muchas ganas de regresar a la NBA, acabó un pelín desquiciado y encarándose con Okogie sin razón aparente. A pesar de que Davis está siendo el peor de los tres principales de los Lakers en los últimos partidos y finaliza pocas posesiones con tiros, algo que sí estaba funcionando en el caso de Westbrook, había una razón en este encuentro: en el primer periodo ya se había hecho daño, ahí en el tobillo. El equipo es un cromo y parece que le ha mirado un tuerto, aunque el desempeño de los demás, más sanos, no quedó a salvo: LeBron apareció para maquillar entre la tercera y cuarta manga, Carmelo falló siete de sus nueve triples y Ellington y Bazemore no están para ser referencias ofensivas. Towns fue una bestia en los primeros treinta minutos e hizo parte de la ventaja con la que luego jugaron otros como Nowell, acertado como suplente. Cuando los visitantes se vieron veinte abajo y con un cuarto por jugar decidieron bajar definitivamente la persiana y pensar en el siguiente compromiso: Chicago (si es que ese partido se juega, el horario fue retrasado para dar más aire a los Bulls).