DALLAS MAVERICKS

"La plantilla se acostumbró a que Doncic maldijera a Carlisle"

Tim MacMahon (ESPN) explica en un extenso reportaje la mala relación entre la estrella eslovena de Dallas Mavericks y su antiguo entrenador.

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Rick Carlisle abandonó su cargo como entrenador de Dallas Mavericks en junio tras 13 brillantes temporadas. Con él a los mandos, la franquicia obtuvo el primer anillo de campeón de su historia y acudió en nueve ocasiones a los playoffs. Era todo en Texas. Un entrenador diferencial que sacaba jugo de frutas que tenían poco dentro. Era respetado por aficionados propios y ajenos. Sin embargo, su estrella comenzó a apagarse en los últimos años. Y su relación tirante con Luka Doncic tuvo mucho que ver en su final.

No se trataba realmente de cómo Rick trataba a Luka: Luka odiaba cómo Rick trataba a otras personas”, revela en un extenso reportaje a Tim MacMahon (ESPN) uno de los integrantes de la plantilla de la temporada 2018-19. La relación entre ambos fue poco a poco enfangándose, dentro de un vestuario que acogió al novato Doncic ya en pie de guerra con su entrenador: en su año de rookie, los jugadores de los Mavs estuvieron a punto de amotinarse a raíz de una reunión de equipo especialmente acalorada y de confrontación. El técnico reculó y se disculpó un par de días después con sus pupilos y dio a Jamahl Mosley mayores responsabilidades. El ayudante era popular entre la plantilla y su voz era escuchada, en ocasiones, más que la del propio Carlisle, que veía a su asistente como una amenaza para su puesto. Mosley firmó este curso con Orlando Magic.

Mejri y Smith

El entrenador neoyorquino fue, en parte (grande o pequeña, según el interlocutor) responsable de ese caldo de cultivo. Un ejemplo, Salah Mejri. El exjugador del Real Madrid recibió una fuerte bronca pública de su jefe tras dos faltas técnicas rápidas en un duelo contra New York Knicks: “¡Tienes dos jodidos puntos, lárgate de aquí!”, le gritó a vista de público y televisión al tunecino, que fue una de las principales piedras en las que se apoyó Doncic para integrarse en los Mavs: ambos habían pasado por el Madrid.

La otra, Dennis Smith. El base fue elegido en el pick 9 de 2017 sin la aprobación total de Carlisle, que quería a Donovan Mitchell, seleccionado con el 13 por Utah Jazz. Smith y Doncic hicieron buenas migas cuando el esloveno aterrizó. Pasaban horas con la consola y vivían en el mismo edificio de apartamentos. Incluso, Smith introdujo a su nuevo compañero en su grupo social. Su amistad crecía, pero Carlisle la rompería pronto. No confiaba en Smith como pareja de baile del exmadridista y dudaba de su potencial. Y el escolta salió rumbo a Nueva York en la primera campaña de Doncic en los Mavs tras ser acusado por su entrenador de tener celos del esloveno. Una afirmación que dejó sorprendida a toda la plantilla y que les pareció injusta porque Smith “hacía un esfuerzo honesto para unirse a Doncic en la cancha”, relatan fuentes a MacMahon.

Este comportamiento, con Mejri y Smith, no sorprendió a la gente de la organización. No la consideraban “inusual”. "Varios miembros del personal, desde cuerpo técnico hasta empleados, dijeron a ESPN que se sentían intimidados y menospreciados por Carlisle". “Era abrasivo y exigente”, señalan sobre un técnico con un buen historial de polémicas con sus jugadores a lo largo de sus 13 años en el banquillo de Dallas.

Porzingis

Tampoco Porzingis tenía buen rollo con el neoyorquino. Llegó en el traspaso de Dennis Smith como la superestrella de completo para Doncic… pero no cogió ritmo. Su posición estaba cada vez más alejada del aro. El perímetro era su nuevo hogar. Y él no se sentía a gusto. La pasada temporada, el letón estaba frustrado por esa idea, que dejaba todo el carril central a Doncic, pero que no permitía a los Mavericks superar la primera ronda de los playoffs. Y cuando llegó la última pretemporada estaba desilusionado: esperaba que lo traspasaran. La conexión entre los dos gigantes del equipo tampoco era la mejor… y Carlisle “no estaba en condiciones de manejarlo porque tenía malas relaciones con ambos”.

La confrontación

Y este aroma de ira y malestar también lo cultivó Doncic. Sus rifirrafes, privados y públicos, con Carlisle eran cada vez más notorios. El esloveno, por ejemplo, cuestionó la autoridad de su entrenador en un partido a principios del curso 2020-21: “¿Quién está al cargo, tú o Bob?, dijo en referencia a Haralabos Voulgaris, experto en numérica y director de investigación cuantitativa de la franquicia. Su labor, para muchos jugadores, dictar las alineaciones y rotaciones al técnico. Dejó su cargo en noviembre de 2021 enfrentado con Doncic.

No fue el único encontronazo. Después de cometer la tercera falta en el tercer cuarto del primer partido de playoffs contra los Clippers, Carlisle reemplazó a su jugador, ignorando su gesto de que quería seguir en cancha. Este se retiró sacudiendo su cabeza y dirigiéndose al técnico de malas maneras. Acción que repitió segundos después, antes de sentarse en el banquillo definitivamente. Nadie parpadeó en el banquillo. “Los jugadores, el personal y los entrenadores se habían acostumbrado a que Doncic maldijera a Carlisle, su dinámica se deterioraba”, señala el periodista de ESPN. “Doncic se distanció aún más de su entrenador y se mostró más desafiante con él durante el calor de los partidos”.

Tanto que el viaje de Carlisle a Eslovenia este verano para ver a su jugador en pleno proceso de renovación fue cancelado a petición de Doncic después de que Mark Cuban despidieran a Donnie Nelson, presidente de operaciones de los Mavs y amigo y uno de los principales impulsores de seleccionar a Doncic como número 3 del draft. Ahora, cada uno sigue su camino: Carlisle trata de reflotar a Indiana Pacers, a un paso de la reconstrucción; y Doncic, de guiar a Dallas un paso más adelante. El futuro quién de los dos tendrá más fortuna.