El apagón de los Mavericks deja servida la remontada de los Nets
Una mala noche en el tiro quedó redondeada para los Mavs en los últimos 3:51 minutos, en los que no anotaron ni una canasta en juego.
Que la derrota ante un favorito no haga que no repares en las cosas que has hecho mal. En este caso, muy mal. Aunque haya otros factores. Es lo que debe quedarse en la cabeza de los Mavericks después del partido perpetrado ante los Nets como locales. Uno de los candidatos a llevarse el título realizaba su visita anual a Dallas y el equipo texano tiró a la basura una oportunidad preciosa para ganarles y, de paso, arreglar otros males con los que viene contando. Están en una racha muy mala, sólo han ganado dos veces en los últimos diez encuentros, y es normal que empiece a preocupar al aficionado. Éste estaba encarrilado para los de Kidd y terminó del lado de los de Nash.
Brooklyn remontó en el último cuarto para hacerse con la victoria por 99-102. El parcial visitante en esa última manga fue de 13-27. Los locales no anotaron ni una canasta en juego en los últimos 3:51 minutos.
Para los Mavericks ya iba a ser una noche complicada, pero con el paso del partido parecía que iba a quedar en un segundo plano. Porzingis y Hardaway eran duda y a Doncic se le vio renqueante del tobillo, asegurando después de la derrota que todavía le duele. Es una de las explicaciones para esta malísima racha que expulsa a los texanos de las posiciones de privilegio del Oeste, pero no es lo único. El equipo volvió a ser una trituradora de buenas posiciones para lanzar desde fuera, siendo esos trece puntos en doce minutos la prueba final de que no están entrándoles los tiros que les tienen que entrar. De ello se aprovecharon estos avispados Nets de Durant y Harden.
Quién hubiera firmado ese 9/46 en todo el partido y el 1/12 del último cuarto desde la línea de tres viendo cómo se le dio a los Mavericks la primera mitad: al cerrar el cuarto inicial abrieron la brecha con los dos últimos tiros, dos aciertos de Dorian Finney-Smith desde la larga distancia, y al cerrar el segundo asalto Luka Doncic levantó a los espectadores de sus asientos con un tiro a tablero a casi nueve metros del aro. Había madera no sólo de buen partido, también de noche para disfrutar con los tiros exteriores. Es un lastre para estos Mavericks, es lógico que cada uno que entre se disfrute. La distancia, además, era de doce (62-50) tras ese mencionado lanzamiento del esloveno. Luka fue un buen espejo de su equipo: estadística lustrosa (28+6+9) pero con demasiado desperdicio en los tiros (9/21) y, además, absorbiendo mal carácter ante las decisiones de los árbitros o los piques de los contrincantes. Y eso que aguantaron los locales. No fue hasta el final cuando cayeron, pero vaya trastazo. Dos tiros de Durant y otros dos de Harden y Mills colocaron a los Nets a tres a falta de ocho minutos por jugarse. Ahí sí fueron rápidos. Un duelo entre Doncic y Mills que sonará a los que vieron los Juegos Olímpicos el pasado verano desembocó en ese desierto que fueron los últimos 3:51 para Dallas: sólo Porzingis metió puntos y fueron dos desde la personal. Durant anotó en la cara de Finney-Smith para poner los tres de distancia con los que terminó todo y Doncic y Hardaway erraron en el intento de llevar la cita al tiempo extra. Un final demasiado duro si medimos el total local.