NBA | LAKERS 137 - KINGS 141

La crisis de los Lakers, agudísima

Tres prórrogas ante los Kings y no valen para ganar. Los Lakers tienen más de un problema grave y siguen sufriendo en cada partido. Fox (34), el mejor.

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Acción de Gracias ha servido para recolocar bien poco la mente de estos Lakers. Porque ya no son las piernas el problema. Han vuelto algunos jugadores que estaban lesionados y la maldición se va pasando jugador por jugador hasta a ver a cuál le toca en cada partido. Al tumulto de Detroit le siguió una derrota en la cancha de los Knicks y, después, el abrase: una prórroga ante los Pacers, bien resuelta por LeBron James, y tres en el Staples frente a los Kings. Un equipo, Sacramento, que acaba de cambiar de entrenador y que se presentaba ante el que ellos consideran su gran rival con dos bajas de aúpa, un Richaun Holmes que está destacando en el puesto de pívot y un Harrison Barnes al que le falta poco para ser la estrella principal si es que no lo es. Bueno, pues el orificio se hace más grande. El púrpura y oro está mutando en negro, el color del agujero en el que se están metiendo estos Lakers

La sensación de control fue cero, tanto en el último cuarto del tiempo reglamentario como en cada una de las tres prórrogas. En los dos primeros intentos tuvieron oportunidad, en el tercero ya ni lo lucharon de tú a tú. El resultado final fue 137-141

Los Ángeles ve pasar penurias a uno de sus dos equipos, que ya está con récord negativo en la clasificación. LeBron jugó cincuenta minutos y fue a tirones, Davis no tuvo su partido, se tuvo que tirar de Carmelo y Monk demasiado una vez más y Westbrook aportó bien en ataque aunque no fue para nada un contenedor en defensa. Cada uno con sus cosas. Mientras todo esto lo veían los Kings de Alvin Gentry con la incredulidad a borbotones y yendo hacia arriba. Los Lakers tuvieron dos oportunidades para dar el tirón definitivo en el último periodo, las desaprovecharon y se metieron en el hoyo, del que es difícil salir aunque en esta temporada estén sabiendo en demasiadas ocasiones cuál es ese camino

De'Aaron Fox fue el más acertado del partido con sus 34 puntos y varias acciones decisivas. Los 83 puntos que sumaron entre el 'big-three' de los Lakers sirvió para absolutamente nada. Las caras lo decían todo al final del partido; puede haber cambio pronto, un golpe de timón para variar una posición enormemente anómala. 

Al final del tercer cuarto se marchaban los Lakers con dos triples, uno de Westbrook y uno de Monk, en lo que parecía el despegue. Nada más lejos de la realidad. Habían estado igualados mucho rato, empatando incluso los dos primeros cuartos, y que los locales cogieran siete de ventaja parecía un punto de inflexión. Otros dos triples para abrir el cuarto periodo, de Monk y Ellington, y trece de distancia con otra acción de Carmelo. Los hombres altos hicieron daño y Bagley, sobre todo en estos momentos. El número dos del Draft 2018, defenestrado en una guerra en la que incluso su agente criticó las opciones de su jugador en el equipo, fue el salvavidas de los Kings en ese punto, aunque la sorpresa fue que la ventaja volviera al seno de los Kings con un triple del ucraniano Alex Len. Y se fueron cinco arriba los visitantes. En los últimos dos minutos llegó un mate de Westbrook y un triple liberado en contraataque de Monk, una canasta por fuerza de James y una alfombra roja a Fox para que pusiera el empate a cien. 

En la primera prórroga dos faltas forzadas por LeBron y una bandeja de Westbrook pusieron seis puntos como barrera de contención. Pero los Kings lo pelearon muy bien. Un 2+1 ridículo que muestra las carencias de Monk, una acción cercana de Haliburton, un tiro de media distancia de Fox y un triple de Hield habían liado la situación otra vez. El escolta bahameño, tras anotar Dsvis, empató de nuevo con un tiro a una pierna. Les salía. LeBron James, sin embargo, falló de nuevo el triple para ganar como ya había hecho en el tiempo reglamentario. En la segunda prórroga fue LeBron el que salvó la papeleta, ayudado también por la indecisión de Fox en la jugada final que hizo que los Kings se comieran la posesión para ponerle fin a este sainete. En la tercera, de nuevo entre Bagley, Hield y Fox desarmaron a un equipo ya casi roto. Los Lakers llegaron con la lengua fuera pese a tener más efectivos de valor y no es ni el primer ni el segundo día que les pasa, es algo permanente y que eriza la piel a cualquiera.