NBA | CLIPPERS 104 - MAVERICKS 112
Doncic vuelve y con Porzingis por fin funciona frente a los Clippers
Los Mavericks perdieron pie y cayeron en la prórroga, pero la solventaron con maestría. Doncic volvió para ganar. Gran Porzingis en el Staples.
Excepcional regreso de Luka Doncic a las pistas después de las lesiones en rodilla y tobillo. Se probó y estaba para jugar. Menos mal que lo hizo porque este partido recordó a las dos eliminatorias que han jugado Clippers y Mavericks estos dos últimos años. Sólo es temporada regular, pero como si fuera algo más. Hay cuentas pendientes y Doncic ya dejó pasar el tren del domingo, donde también se disputó este mismo enfrentamiento, no quería desperdiciar otro día más. Sus piernas fueron cogiendo temperatura, su equipo se puso en coherencia cardiaca con su líder y hubo espectáculo del bueno. Unos cuantos errores dejaron al rival la opción de forzar la prórroga y ahí estuvo Paul George, encargado de hacerlo y acertado con el resultado, y el Staples Center vivió cinco minutos extra de baloncesto que a nadie amargan. Pero, por fin, un Doncic entregado a la causa y con ganas de un partido caliente sacó lo mejor de un Porzingis, aquí sí y sin discusión, decisivo.
Los dos mejores jugadores de los Mavs reinaron con 56 tantos entre ambos. Son justo la mitad de los que metió su equipo. 104-112 fue el resultado final. En la prórroga los texanos dejaron a los Clippers en un mísero punto.
Temblaron las manos de los jugadores de ambos lados en los momentos decisivos, pero estuvieron más finos los Mavs para reponerse del desastre que unos Clippers que llegaron, se plantaron y volvieron a caer. Ibaka jugó pero no convenció, ya que Lue probó a Hartenstein como opción interior suplente en la segunda parte y no a él. Sin Kawhi Leonard falta mucha vida en este equipo angelino y, ante uno que les conoce como si fuera una fotocopia suya, van a tener derrotas así en lo que vuelve o no la máxima estrella. George metió el tiro para empatar y forzar la prórroga pero desperdició muchas posesiones y se quedó sin ideas al final, un caso parecido al de Jackson. Dallas sacó tajada de estos desajustes y se llevó una victoria tras tres derrotas y una lesión de Doncic que no les dejaba dormir.
Los Mavericks estaban sin Bullock, baja por enfermedad, y se encontraron con la de Brunson ya en juego. Que Doncic volviera de una lesión parecía que les hacía pagar por dos, pero es el esloveno el que multiplica lo bueno sea lo que sea que venga malo.
En la primera mitad los Mavs estuvieron horrendos desde fuera del arco. Se habían dejado los dos cuartos por culpa de los triples. Sólo habían metido uno y fue al borde del descanso. Fue de Doncic. El esloveno estaba falto de ritmo, pero no tardó mucho en cogerlo. Cuando volvió de los vestuarios protagonizó todas las acciones, cuatro canastas y dos asistencias, de un estirón en el marcador que les colocó por encima. Estaba aprobándose, en algunas acciones parecía renqueante y en otras obligaba al defensor a un esprint que acababa cerca del aro. Lue no se fía porque le conoce y le puso una defensa de dos contra una bien apretada para que no llegara más a las inmediaciones de la canasta, pero lo fue contraproducente. Lo que hizo fue involucrar a los demás. Una jugada en concreto resumió bien lo que ocurría en ese momento: con 67-62, Doncic la suelta tras ir dos a por él, Finney-Smith falla, Kleber la recupera y en un segundo termina tirando triple, no entra, otro rebote, Hardaway termina lanzando, no entra. Les fallaba el acierto, pero estaban metiéndose más y más en partido. Y con jugadores profesionales de este nivel es cuestión de tiempo que acaben entrando esos tiros si están bien trabajados. Así fue con la entrada a cancha de Burke, el que cubrió el espacio del lesionado Brunson. 0-9 desde la susodicha jugada y un tiro sobre la bocina de Sterling Brown para coger distancia de cuatro puntos.
Se llegaron a poner a diez y estuvieron con esa ventaja un buen rato del cuarto periodo. Es lo que queda en el debe de los de Kidd, que lo tenían ganado y casi lo dejan escapar. El dominio de Doncic era ya importante y Hardaway, Porzingis y un excitado Finney-Smith metían los tiros.
Reggie Jackson fue el principal impulsor de la remontada de los Clippers aunque este partido no pasará a la historia para él. Bueno, sí, clavó el balón entre el aro y el tablero dos veces en poco más de un minuto. Bromas aparte, el escolta llevó el peso que otros no pudieron soportar. Kennard metió un triple muy importante a falta de un minuto para recortar y George, con un tiro bien cuadrado en la esquina derecha y jugando al límite con el tiempo, remataron la faena que empezó Jackson. Mann, también reseñable en defensa. Los Clippers rebajaron la desventaja rápido y Kleber tuvo dos tiros libres para enfriar la situación y terminar con las dudas, pero falló el segundo de ellos y la situación desembocó en prórroga con 103-103 en el electrónico. Ahí se mostró Kleber con un tiro de tres y Porzingis con los demás puntos para clavar un 1-9 de parcial en el tiempo extra que dejó cariacontecidos a los aficionados locales. La reunión de los dos mejores jugadores de los Mavs es una realidad y, en un partido de alta intensidad, sacaron todo el jugo de la misma con la intención de que el idilio por fin funcione cuando toca.