NBA | PELICANS 96 - TIMBERWOLVES 110
Willy sorprende lo que no sorprenden sus Pelicans
Buen progreso del pívot español en la rotación de los Pelicans hasta marcarse un doble-doble con un sólo fallo en los tiros. Los Wolves, eso sí, van hacia arriba.
Hasta hace escasamente diez días la única victoria que tenían en su haber los Pelicans había sido contra los Timberwolves. Estos dos equipos son de los que tienen que jugar hasta cuatro veces entre ellos en la fase regular y ya se han completado tres de ellos. Ha dado tiempo a que se equilibre la situación conforme a los dos están en la tabla clasificatoria de la Conferencia Oeste. Esta pasada noche ganaron los de Minnesota en Luisiana y conforman una serie de cuatro partidos ganados de forma consecutiva. Están progresando con tacto, es cierto que se han aprovechado de unas fechas más asequibles para lograr victorias y ello les ha aupado, obligan al aficionado medio a estar pendiente de nuevo de ellos y con eso deben conformarse.
La cita mencionada ante los Pelicans se resolvió con 96-110 en el marcador. Claridad casi absoluta. Los de Wille Green tienen pocos partidos en los que de verdad pelean por la victoria, a pesar de que Ingram esté ya reincorporado, y ésa es la verdadera pena.
En la rotación de los que aquí eran locales se siguen dando cambios y el pívot español Willy Hernangómez aprovechó la circunstancia para meter codos y hacerse con más minutos de lo esperado. Y funcionó. Willy terminó con un doble-doble y con un sólo fallo en los tiros de campo. Se ha colocado por delante de Jaxson Hayes como pívot suplente y esta noche ganó minutos por los problemas de incontinencia en cuanto a las faltas personales que tuvo el titular del puesto, el lituano Jonas Valanciunas. Son factores que también juegan y que pueden ayudar, aunque el segundo sea pasajero, a ver a Hernangómez como una opción más fiable.
Estos Timberwolves han pillado la zona buena del calendario y la están aprovechando para sacar ventaja. Se quedan a una victoria del balance equilibrado en victorias y derrotas. Es lo que hay que hacer, ni más ni menos. Pero sí es cierto que ha cambiado la percepción de lo que para algunos estaba siendo ya una de las decepciones de la temporada. Frente a los Pelicans se apoyó en la ruptura del segundo cuarto para abrir una brecha que no dejó de emanar sangre hasta que Green sacó la bandera blanca una vez se llegó al cuarto periodo. Que Valanciunas no tuviera la noche cómoda, yéndose continuamente por faltas y sin opción de lanzar los triples que tan buen resultado le están dando al verse contra otro pívot que también los tira (el también potente Towns), y que Ingram, siendo el verdadero líder sin Zion todavía en cancha, terminara con un paupérrimo 2/13 en los lanzamientos en juego, hizo muy complicada la empresa para los locales.
La defensa, una característica que nadie que les haya visto jugar atribuiría de primera mano a los Timberwolves, funcionó en este partido. Forzaron en las líneas de pase y presionando a los Pelicans y éstos convirtieron la frustración en faltas que supusieron puntos. Eso y el quedarse en sólo seis triples anotados en la era en la que estamos en la Liga penalizó muchísimo al conjunto de Nueva Orleans, que no encuentra su camino. Para Hernangómez fue su día para hallarlo aunque el esfuerzo no valiera una victoria: 19 puntos y 11 rebotes en 22 minutos, con ese 8/9 en tiros, que le colocaron como el más acertado de su equipo en el partido. Ahí es nada. Para un jugador que estaba en el ostracismo es positivo, no hay dudas. Enfrente tuvo a Towns, cuyo doble-doble con 28 puntos hizo pupa, y a otros jugadores (por ejemplo, un sorprendente Vanderbilt) que arrancaron las pegatinas a él y sus compañeros cuando vieron la oportunidad de lanzarse a por la victoria.