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NBA | KINGS 103 - JAZZ 125

Todo lo malo les pasa a los Kings

En el que pudo ser el último partido de Luke Walton, el vómito de un aficionado obligó a un largo parón en el último cuarto. Los Jazz ganaron con muchísima facilidad a un rival roto.

Todo lo malo les pasa a los Kings
Darren YamashitaUSA TODAY Sports

Definitivamente: todo lo que puede pasar, si se excluyen las cosas buenas, le pasa a Sacramento Kings. El equipo californiano perdió, como era lo lógica, contra Utah Jazz (103-125) en el que puede ser o puede no ser el último partido de Luke Walton como entrenador de un equipo a la deriva, que ha perdido siete de sus últimos ocho partidos y está 6-11, el peor comienzo con Luke Walton, después de un arranque más o menos válido (5-4). En ritmo de 28 victorias, la franquicia (que no juega playoffs desde 2006) tiene que tomar una decisión con respecto a un Walton al que muchos ya veían fuera durante la temporada pasada.

El público, por su parte, entonó el ‘fire Luke Walton’ durante un último cuarto en el que los Jazz abrieron con un 2-12 y se escaparon sin ningún problema. Jugaron al gato y al ratón con los Kings durante tres cuartos (80-84), dejándose ir y tirando de talento contra un rival muy inferior. Y dieron el golpe al final, sin oposición. Donovan Mitchell anotó 26 puntos y repartió 5 asistencias, Rudy Gobert sumó 21 puntos y 14 rebotes y los Jazz tiraron bien de tres (17/39) para sentenciar una victoria fácil que les deja en 11-5. En los Kings, como casi siempre, despliegue profesional de Harrison Barnes (18+8+5) y Richaun Holmes (22+7), tiritos de Hield (16 puntos), intención de Haliburton (17+4 robos) y poco de De’Aaron Fox, que parece totalmente desenfocado en este inicio de temporada: 13 puntos, 3 asistencias, 5/17 en tiros.

Pero ese que todo les pasa a los Kings: en el último cuarto, con el marcador ya roto y ganas de que aquello acabara por parte de todos, público incluido, un aficionado en estado de embriaguez vomitó de forma muy abundante en primera fila, cerca del banquillo de unos Jazz que abandonaron su posición, algunos tapándose la cara con la camiseta y otros entre risas. El partidos se tuvo que parar durante más de 15 minutos mientras los servicios de limpieza del Golden 1 Center limpiaban el estropicio, los videomarcadores repasaban los protocolos con respecto al consumo de alcohol y los miembros de la prensa que estaban en el pabellón coincidían en que jamás habían visto algo así. Rudy Gobert se lo tomó con humor: “Nunca me había pasado, son sorpresas de la vida. Espero que el hombre esté bien, en un momento nos miramos y sonreía. Estaba sonriendo y vomitando al mismo tiempo”. Y Jordan Clarkson trató d echar un cable al aficionado que fue desalojado de su localidad: “Nos ha pasado a todos, espero que esté bien. Todos hemos tenido noches así. Ahora un poco de suero para rehidratarse, a reajustar los electrolitos”.

Damian Lillard saca su mejor versión del curso

Los Blazers están en positivo (9-8) tras su mal inicio de temporada. Y Damian Lillard va claramente a más, así que casi todo son buenas noticias ahora después del 118-111 contra los Sixers (también 9-8) y los 39 puntos y 7 asistencias de Lillard, que anotó desde todas las posiciones fue catorce veces (14/14) a la línea de tiros libres. Además, McCollum sumó 18 putos, 6 rebotes y 5 asistencias y estuvieron bien Nurkic, Powell y el ascendente Nassir Little. Los Blazers están mucho mejor que hace unos días, aunque iniciaron mal el último cuarto y permitieron que el partido fuera mucho más igualado de lo previsto antes de una recta final en la que se estancaron definitivamente los visitantes.

Los Blazers tenían enfrente a unos Sixers mermados, muy tocado por la baja de Joel Embiid: seis derrotas en siete partidos, en plena gira por el Oeste. Tyrese Maxey acabó con 28 puntos y 9 asistencias y Tobias Harris con 28 puntos y 8 rebotes. Pero la baja de Danny Green y sobre todo la Embiid, que contrajo la COVID, están haciendo mucha mella en un equipo que ha pasado de 8-2 a 9-8.