NBA | NUGGETS 124 - BLAZERS 95
Denver aprovecha la ausencia de Lillard para desparramar talento
Triunfo sencillo para los Nuggets, que controlaron sin problema. Llevan cinco seguidas. Barton no estuvo y abrió la puerta a Campazzo, que pudo jugar.
A los Nuggets no les ha distraído la fea pelea entre Jokic y Morris de hace unos partidos. Entre medias, sanción para el serbio y mucha conversación en redes sociales que no traspasa el verdadero espíritu de este equipo. Son una amenaza desde hace años en el Oeste, ahora tienen al MVP, van ajustando la plantilla con fichajes medidos y sólo les queda esperar a que se recupere Jamal Murray, el otro cabeza de cartel, y no haya ninguna desgracia más. Han comenzado mucho mejor que la temporada pasada, donde se fueron muy atrás tras un primer mes, y están en ese punto dulce. Quinta victoria consecutiva. Terceros en el Oeste. Todo marcha.
Portland, que llegaba sin Damian Lillard por una tendinopatía en la parte inferior del abdomen, sufrió la potencia de la que es una de las ídem de la NBA. Y ahora ya está en las quinielas. Los Blazers perdieron pie muy pronto y fueron a remolque durante los últimos tres cuartos, sacando en el último la bandera blanca pidiendo paz. 124-95 fue el resultado final.
En los Nuggets se retocando poco la rotación porque parece que Malone ha encontrado equilibrio con la que tiene ahora. Y esos son malas noticias para Facu Campazzo. En este partido sí pudo jugar sin presión, disfrutar, porque había sitio. Will Barton se marchó del calentamiento con unas molestias en la espalda y no jugó, y se espera que el próximo partido tampoco, pero hasta ahí. Dozier es versátil y Hyland se ha abierto paso frente al ex de Murcia y Madrid para quedarse, por lo que Facu debe ganarse de nuevo el sitio y el tiempo empieza a descontar. También pensando en la vuelta de Murray. Ahí se debe agarrar Campazzo. O, si no, cambiar.
Se abrió el partido con un 10-2 de parcial, Billups lo paró y siguió abierto después del tiempo muerto. Defensa de Blandi Blub de los visitantes. Todos los locales cogieron confianza, incluido Facu. En el segundo cuarto la distancia ya se acercaba a los veinte y el argentino, que disputó 22 en total, metió diez puntos en nueve minutos (acabaría con 13 en su cuenta), incluyendo dos triples, la asignatura que Mike Malone le hace aprobar para jugar. El público ya estaba al disfrute, haciendo la ola. Entre Little, McCollum y algún implicado más trataron de que el tren no se les fuera tan pronto y Portland rebajó de veinte a diez antes del descanso, pero un tiro de tres, sobre la bocina y como si fuera un escolta, de Jokic ante Nurkic, su ex-compañero, echó otra vez tierra encima de los cuerpos llegados de Oregon. Algo de ritmo ganaron éstos en el tercer cuarto, forzando errores de marca en la defensa local e imprimiendo velocidad para ir recortando, pero Jokic siempre está para tranquilizar (aunque en los Heat no piensen lo mismo). El MVP de la NBA en la pasada temporada acarició el triple-doble con su 28+9+9 y fue en ese tercer cuarto, en el que parecía que sí, cuando denegó a Portland el hacer más daño. Pelea poco tensa en los últimos minutos y oportunidad para Bol Bol, que disputó la parte final.