NBA | WARRIORS 126 - PELICANS 85
Los Warriors destruyen a los Pelicans con el piloto automático
La segunda parte del partido decidió, siendo ahí el parcial de 72-35. Los Pelicans, en los que sí jugó Willy, llevan nueve derrotas en diez encuentros.
Buena pinta tienen los Warriors. Séptima victoria en ocho partidos teniendo fuera a Klay Thompson y James Wiseman. Mala pinta tiene los Pelicans. Novena derrota en diez partidos sin poder contar aún con Zion Williamson. Son dos vertientes totalmente opuestas, en un lado y en otro de la historia, para los equipos que se juntaban en el Chase Center en la noche del viernes. El resultado no podría calificarse de sorpresa: repaso de los locales, que acabaron en 126-85.
Nadie lo hubiera dicho viendo la primera mitad. Los de San Francisco se vieron incluso en problemas para ir enlazando acciones positivas y tuvieron que llegar los banquilleros, en especial Gary Payton, para elevar un poco el nivel del equipo. De un primer cuarto brillante por ambas partes se pasó a uno de niebla y oscuridad y, tras ello, la resolución en una segunda mitad en la que los de Kerr sacaron la escoba para barrer. El parcial total en las dos últimas mangas, 72-35.
En el caso de estos Warriors hablamos de cosas veredes. No es sólo el balance en la clasificación, también las formas. Ante los Pelicans ni siquiera jugó bien Stephen Curry, que falló diez de sus quince tiros de campo, pero hay muchos actores haciendo un buen papel. Sólo dejaron que les metieran 85. Además de brillar por sus combinaciones ofensivas, ocurre lo mismo que pasaba en sus años dorados: se deja de lado la defensa que practican, que es valiosísima. Ahora mismo son los que menos puntos reciben de toda la competición y están en números punteros si cogemos a todos los equipos de todo lo que llevamos de siglo.
Las jugadas que acababa Valanciunas y algún tiro exterior esporádico de Graham mantenían, y aquí sí había sorpresa, a los Pels en el partido. Esto era en el segundo cuarto. Ingram tampoco estaba, no sólo Williamson, y escasean las opciones ofensivas en el equipo si no están ellos, por lo que llegaron donde llegaron. Los Warriors apretaron la soga fuerte en el tercer periodo, obligando a tiros complicadísimos a su rival y haciendo subir como la espuma una diferencia en el marcador que se puso en los veinte casi en un suspiro.
Los directores de orquesta Iguodala y Green, ninguno de los dos siendo base, repartían juego para que Wiggins, Payton o Poole, el mejor del partido con 26 tantos y brillando de nuevo como pareja de Curry, finalizaran. Eran jugadas elaboradas en las que, en los últimos pasos, alguien de la defensa visitante se perdía y llegaban canastas fáciles. Le pasó a Willy también, por eso Valanciunas volvió tan rápido. La diferencia fue pasando a ser abismal y, más tarde, indecorosa. 41 de distancia estando todavía en el primer mes de temporada.