El Coosur Betis lleva los fantasmas a la Fonteta

Día del terror en la Fonteta. El Cossur Betis adelantó unas horas la noche de Halloween y se llevó de la capital del Turia un valioso triunfo (81-84) que les sirve para sumar el segundo triunfo del curso y ganar algo de calma pese a que siguen en puestos de descenso. En el Valencia llegó Rivero disfrazado de vampiro a la previa del partido, pero fueron los jugadores béticos los que alimentaron los fantasmas que cada vez más acechan al equipo, que sigue sin ganar en casa y exhibiendo que la rotación se le queda corta pese a la voluntad de los jugadores de la Alquería.

Van Rossom, Dimitrijevic, Claver y Tobey, puede parecer que estos cuatro nombres fueron los protagonistas del encuentro, pero fueron los lesionados que tuvo el equipo local, que vivió los habituales problemas en el juego interior que llevan arrastrando todo el curso. Desde el primer momento, los visitantes apoyados en Burjanadze (18 puntos) y Todorovic (17+4+3) hicieron mella desde dentro y desde el triple, mientras que el Valencia se aferraba a la aparición de Dubljevic (11+4+7) que dejaba a los suyos cuatro puntos por delante al final del primer cuarto.

Esa diferencia se incrementó hasta 9 puntos con el acertado arranque de los locales en el segundo periodo. Desde Puerto hasta Pradilla, pasando por Hermannsson y Prepelic, el quinteto taronja hacía sangre de la endeblez bética y esa racha solo se cortó cuando Joan Plaza decidió pedir tiempo muerto. No le salió mal la jugada al entrenador visitante, pues su equipo bajó el culo para defender, cortó la inspiración del Valencia y se marchó al descanso dos puntos por debajo y porque Arostegui anotó sobre la bocina justo antes del descanso.

Mal día taronja desde el triple

Pero la buena dinámica del Betis no se vio interrumpida por el descanso y en el inicio del tercer cuarto Burjanadze y Evans se encargaron de poner a los suyos por delante con catorce puntos entre ambos. El Valencia sobrevivía como podía apoyado en la faceta del Dubljevic más pasador (terminó con 7 asistencias) y las penetraciones de Hermannsson (16 puntos) y Prepelic (21 puntos) que es más que evidente que le dan otra cara al equipo cuando están sobre la cancha y no tienen recambios a su nivel. Pero defensivamente ambos equipos seguían siendo un horror y eso propiciaba que ninguno de los combinados pudieran alejarse en el marcador, por muy inspirados que estuvieran sus jugadores.

Con las espadas en todo lo alto llegó el último cuarto, en el que cada conjunto confió en lo que le había funcionado hasta el momento. Los visitantes en su acierto exterior y el juego al poste y los locales en las penetraciones dado que en el triple sus porcentajes daban miedo (2/20). Y fue al triple como los visitantes mataron el partido, sus porcentajes ya de por sí fueron notables (14/30), pero es que en el último cuarto anotaron 12 puntos desde la línea de tres que mataron a los locales, quienes con su endeble defensa ayudaron a que los andaluces pudieran anotar con más facilidad. Con el ‘+9’ a falta de un minuto y medio el partido parecía sentenciado, Prepelic dio algo de esperanza a los locales y llegó a poner a los suyos a solo un triple y con posesión, pero una inexplicable acción de Hermannsson, que hasta el momento había cuajado un partidazo, puso el punto y final a un partido que arrancó con un vampiro taronja y terminó con unos unos fantasmas a rayas verdes y blancas que infundieron el terror en La Fonteta.