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NBA | CLIPPERS 79 - CAVALIERS 92

Ricky dirige, Evan Mobley asusta

Los Cavs ganan en pista de los Clippers con un tremendo ejercicio defensivo en el que volvió a sobresalir el número 3 del último draft. Ricky Rubio, otra vez quirúrgico en la dirección.

Ricky dirige, Evan Mobley asusta
Kirby LeeUSA TODAY Sports

Los Cavaliers volvieron a ganar. Y un inicio durísimo de temporada están 3-2, con tres victorias seguidas contra, ojo, Hawks, Nuggets y Clippers. Nada menos. En L.A., donde mañana juegan contra unos Lakers heridos, doblegaron a unos Clippers flojos, sin respuestas en ataque, con un marcador de otros tiempos: 79-92.

Y tiene cierto sentido porque los Cavs parecen un equipo de otros tiempos. Juegan con dos guards pequeños, el brillante Darius Garland y el eléctrico Collin Sexton, y con tres gigantes: Lauri markkanen, Jarrett Allen y el fabuloso Evan Mobley, número 3 del último draft y un pívot con absoluto olor a súper estrella. Es un quinteto en el que solo Markkanen (24) pasa de 23 años. Y a contraestilo en esta NBA de espacios, circulación, reacción rápida y tiro de tres. Un quinteto gigante, con un ala-pívot de alero y dos pívots más por dentro, blindado… y que funciona. A veces cuesta hasta imaginar cómo, incluso teniéndolo delante. Pero funciona. Agota a los rivales. Los Cavs están en ese punto en el que son ellos los que obligan al contrario a reaccionar, a adaptarse. Y de ahí sacan ventajas. Quizá con el paso de las semanas les pillen el punto, seguramente pasará, pero ahí están: con un excelente trabajo de JB Bickerstaff, un entrenador del que se debería hablar más.

Lo dijo Paul George después de firmar un 0/8 en triples para 12 frustrantes puntos (6/20 total en tiros): superas a un gigante y aparece otro, nunca encuentras camino limpio al aro. Los Cavs ganaron 36-57 la batalla del rebote. Pero incluso cuando los Clippers capturaron rechaces en ataque, encontraron manos por todas partes: 1/9 en segundas oportunidades, 3-19 total en ese apartado, clave en un partido de muchísimos fallos. ¿A contraestilo? Y tanto: los Cavs ganaron con 92 puntos, mandaron hasta por 15 en un primer tiempo en el que solo anotaron 47 (40-47) y sumaron tres triples, nada más. 2/3 para Garland, 1/17 para los demás (lo metió Kevin Love). Pero ganaron: 16 puntos y 6 asistencias de Garland, un base finísimo, 26 y 7 rebotes de Sexton y 12+10 del excepcional Mobley (ya a un nivel terrorífico en defensa: tiene 20 años).

Y dos veteranos muy valiosos para poner el pegamento, para coserlo todo: Kevin Love vuelve a parecer jugador (10+10, momentos de energía) y Ricky Rubio sigue a un nivel excelente. Otra vez desde el banquillo tras el regreso de Garland pero decisivo, esencial, como gestor, como hilo conductor. El español sumó 15 puntos y repartió 3 asistencias, pero hizo mucho más que eso. Anotó dos canastas brillantes en el último cuarto para noquear a los Clippers, que trataban de reaccionar: 68-78. En ese punto, a falta de diez minutos, Ricky llevaba más puntos que todo el banquillo rival (13).

Los Clippers están 1-3. Mal, francamente mal. En los primeros partidos desaprovecharon un chorro de puntos de George, en este tiraron a la basura un buen día en defensa, en un partido muy físico, con una noche nefasta en ataque, cegados por el océano de brazos de los Cavs. Reggie Jackson y Batum anotaron sin continuidad para un equipo que cerró en 35% en tiros, 22% en triples y 61% desde la línea de personal. Horrible. Y que ha lanzado 30 veces en su historia al menos 40 triples... pero nunca tan mal como en este partido (9/41). Anémicos por fuera y superados por dentro, los Clippers parecieron un grupo, senciallamente, mediocre. Todo lo contrario que unos Cavs felices, que están 3-2, han ganado tres partidos seguidos y tienen ahora visitas a Lakers y Suns, dos gigantes tocados. Pero para gigantes, claro, los de los Cavs…