Valencia
75
Ekaterimburgo
68
Finalizado

SUPERCOPA EUROPA | VALENCIA 75 - EKATERIMBURGO 68

El Valencia es supercampeón de Europa

El equipo taronja se impuso de principio a fin al seis veces campeón de Europa, el Ekaterimburgo, y levanta el tercer título de su historia. Ouviña, MVP de la final.

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El Valencia Basket levanta la copa como de la Supercopa de Europa femenina.
Alberto Iranzo Diario AS

El Valencia vuelve a levantar un título, el segundo consecutivo y el tercero de su historia. Es el tercero pero no es un título más. La Supercopa de Europa se queda en La Fonteta y el todopoderoso Ekaterimburgo (75-68), seis veces campeón de Europa, se quedó en blanco. Y no es excusa que llegaran con bajas a Valencia. Las de Burgos superaron a una constelación de estrellas fichadas a golpe de talonario a través de una defensa comprometida y agresiva (19 robos), un ataque coral dirigido por Cristina Ouviña (MVP, 11 puntos, 9 asistencias y 5 robos) y sobre todo la creencia de que se podía vencer a las rusas, con la ayuda de su afición, que disfrutó en La Fonteta después de muchos meses de sufrimiento.

Además de Ouviña, estelar en la final, en el Valencia brilló Bec Allen, máxima anotadora del partido, con 18 puntos (cuatro triples); Queralt Casas, con tres robos y multitud de balones tocados en defensa; y Raquel Carrera, 14 puntos y la demostración de que, a sus 19 años, ya es una de las mejores ala-pívots de Europa ante superestrellas de la WNBA como Jones o Griner.

Después de la previa de Euroliga en la que el Valencia no logró clasificarse, hubo quien dijo que las taronjas no tenían el nivel para jugar la máxima competición continental. Pero después de presenciar la victoria de las de Rubén Burgos contra el mejor equipo de Europa, el Ekaterimburgo, quizás se metieron en una cueva.

Perfección

El equipo valenciano rayó la perfección en La Fonteta ante una constelación de estrellas, una selección mundial que quedó aturdida por la agresividad defensiva y el juego coral que exhibieron las taronjas en la Supercopa de Europa. Sólo la gigante Jonquel Jones mantuvo el tipo para el cuadro ruso en la primera parte. Dos datos resumen lo que fueron los dos primeros cuartos para el Valencia: 12 robos y 9 asistencias. Esto significa correr y tiros liberados. Y si encima Bec Allen veía el aro como una piscina, la exhibición taronja se tornaba en épica. Ni Bentley, ni Shilova, ni Meeseman ni siquiera Alba Torrens, que tenía un puñado de amigas enfrente, entendía nada. Un triple sobre la bocina de Allen dejaba el marcador en 40-34 al descanso.

Cristina Ouviña

El Valencia salió del vestuario tal y como se fue: robando y corriendo. Así puso la máxima hasta entonces (44-34, min. 21). Méndez lo paró, puso a todo lo que tenía, Griner incluida, y el Ekaterimburgo fue el Ekaterimburgo por unos minutos. Colapsó al Valencia en ataque y recortó hasta la mínima pero ahí apareció Cristina Ouviña con dos triplazos, unidos a un lanzamiento exterior de Raquel Carrera, que relanzaron a las locales. Bentley, que se había entonado algo, aglutinaba los ataques rusos pero Queralt Casas explosionó en un minuto con cuatro puntos seguidos y otro robo más (58-47, min. 28). Torrens recortó y lo dejó en 58-51, con un cuarto por jugar.

El Ekaterimburgo volvió a empujar hasta ponerse a un punto pero Raquel Carrera demostró que jugará en la WNBA tarde o temprano. Alba aguantaba el tirón de la constelación de estrellas rusas (60-60, min. 35) pero nunca más se pusieron por delante. Un canastón de Leti Romero y otro triple de Allen devolvieron la confianza a las taronjas y pese a que la balear tiraba del carro ruso, el juego coral valenciano, bajo la batuta de Ouviña, volaba hacia el título. Así, a falta de minuto y medio Carrera volvió a anotar (72-66) y Ouviña le sacaba una falta en ataque a Bentley que acabó de desquiciar al seis veces campeón de Europa. Valencia, supercampeón. Juan Roig disfruta. El proyecto taronja crece y crece. Y esto es sólo el principio.