Los Bucks sacan pronto las armas

Ardiente inicio de temporada de los Bucks, que continúan la senda que caminaron para ganar la NBA el pasado mes de julio. Las piezas nuevas empiezan a encajar y las antiguas, coronadas por un Giannis Antetokounmpo que se fue a los 32 puntos y 14 rebotes, ya se demostró que iban como la seda. Los Nets llegaban a esta jornada de apertura con las dudas al no tener a Kyrie Irving y se van con esas mismas o más tras el 127-104 endosado por el que, a final de temporada, puede ser su gran amenaza.

Comenzaron las hostilidades, porque así fueron, con los Bucks dando varios zarpazos iniciales. Ahí les entraba todo, probando de fuera y ganando en segundas oportunidades a unos Nets en los que Durant y Harden no metían nada. Giannis iba sumando, asumiendo jugadas e incluso poniendo un tapón a Claxton como de los mejores de su colección. Era una apisonadora el equipo local. Ventaja que crecía y crecía, primero al 21-8 y luego al 31-12. Necesitaban un cambio y se llamó Patty Mills. El australiano, que con su selección cerró los Juegos yéndose a 42 puntos, es una buena pareja para Harden si no está Irving. 5/5 en triples para reanimar a un equipo que estaba moribundo y pasó a ir mejorando en varios aspectos. Los puntos de Mills hicieron reacción también en Harden, que metió un par de tiros de los que le gustan a él, complicándose la verticalidad, y compactó el marcador a cinco tantos de distancia al iniciarse el segundo periodo. 

Los puntos de banquillo hicieron buena diferencia. También que los Bucks mostraran más hambre. Los balones divididos y la protección o no del rebote decantaban la balanza a favor de los locales. Dos noticias muy positivas en los novedosos: Jordan Nwora, capaz de fabricarse tiros de la nada y ser fiable, y Grayson Allen, que podrá explotar su buen tino en el tiro en esta plantilla. El primero tendrá más presencia y el segundo es nuevo. Sumaron 25 entre los dos; Pat Connaughton añadió 20 en un día de esos que tiene en los que espolea con todo lo que haga. 

Hubo varias intentonas de los de Steve Nash por volver a engancharse. La primera, sin contar la ya comentada, fue antes del descanso y ahí no hizo falta un Giannis decisivo pero sin acertar con todo, bastó con que se moviera el balón y Middleton y Holiday ordenaran los ataques. La segunda, si somos rigurosos, ya no existió. Se acercaron a ocho en un punto del tercer periodo, pero el crecimiento de Durant se vio insuficiente ante un rival absolutamente coral y con ganas de hacer vibrar al público que le aupó a la cima del baloncesto de clubes. El espectáculo, junto a la entrada, incluía recital de los hermanos Antetokounmpo, también Thanasis, e incluso minutos no de la basura para Sandro Mamukelashvili, que te alegra la jornada sólo con mirar la parte trasera de la camiseta. La distancia creció más allá de los quince y con ello se dieron por finalizadas las hostilidades. 

Hay buenas noticias en los Nets, como que Griffin está como el año pasado o que Claxton puede jugar bien los bloqueos con Harden. No están todavía al nivel de los mejores Bucks, que fueron los que llegaron a las últimas finales y los que se presentaron en la primera jornada de la nueva campaña. 

Noche de jarana en el Fiserv Forum, de rememorar lo vivido hace tres meses y de soñar con repetir, como vaticinaba uno de los propietarios de la franquicia en la ceremonia de entrega del Anillo, una o varias veces. La guinda fue un triunfo merecido ante el que, según las quinielas, es el favorito.