NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

PHOENIX SUNS

Hora límite para Ayton: los Suns se juegan su número 1

Esta medianoche (hora española) finaliza el periodo para renovar los contratos rookies de 2018. El del número 1 de aquella edición aún está en el aire.

Hora límite para Ayton: los Suns se juegan su número 1
Kevin C. CoxUSA TODAY Sports

Según van pasando las temporadas, el draft de 2018 cada vez se parece más a uno de esos que se recuerdan durante años. Nombres como los de Luka Doncic, Jaren Jackson Jr., Trae Young, Colin Sexton, Mikal Bridges, Shai Gilgeous-Alexander, Michael Porter Jr., Donte DiVincezo o Kevin Huerter han sido ya, cada uno en su nivel, protagonistas de la liga con sólo tres temporadas a sus espaldas. Algunos de ellos ya han firmado sus extensiones del contrato rookie, otros aún están esperando. Los periodistas Bobby Marks y Marc Stein recordaban en Twitter la lista de los que ya han renovado y los que aún faltan por hacerlo:

Pero con la fecha límite para hacerlo marcada para esta medianoche (hora española) llama la atención que Deandre Ayton, número 1 de aquella edición, aún esté negociando. Y más después de que en las últimas horas Phoenix Suns haya llegado a un acuerdo con Mikal Bridges, que fue elegido en el puesto 10 de aquel draft por los Philadelphia 76ers e inmediatamente traspasado a Arizona.

El sueño exterior de cualquier equipo

Lo cierto es que Bridges se ha convertido en un jugador esencial para Phoenix, uno de los grandes artífices de llegara a las últimas Finales. Fue el que más minutos jugó del equipo durante la temporada regular, promedió un magnífico 42,5% en triples (su media de los tres años es del 38%) y fue el encargado de emparejarse con los mejores anotadores exteriores rivales noche sí, noche también. Ya está considerado como uno de los mejores 3+D (triplista y defensor) de la liga y es, y en esto no hay debate alguno, una pieza clave en el futuro de los Suns. Por todas estas razones se ha ganado la extensión de 90 millones y cuatro temporadas. ¿Pero acaso no lo ha hecho también Ayton?

El pívot de Bahamas acabó los playoffs jugando el mejor baloncesto de su corta carrera, pero si cogemos toda la temporada en su conjunto no está tan claro quién es ahora mismo un jugador más importante para la franquicia de Arizona. Ayton tiene un perfil más parecido al de una potencial estrella (al menos hasta ahora). Un pívot grande, con buena movilidad, capaz de ser decisivo en los dos aros. Pero su rendimiento, aún siendo notable, siempre ha estado un poco por debajo de las expectativas. Quizá sea simplemente el típico problema de ser número 1 del draft y, al mismo tiempo, no ser el mejor jugador de tu quinta. En cualquier caso, no se trata sólo ni principalmente de una cuestión de juego, números o sensaciones. Se trata sobre todo de dinero.

Ayton y el impuesto de lujo

Los Suns son ya un aspirante al anillo como el que más, pero mantener un equipo de ese nivel cuesta dinero. Normalmente más del que se puede gastar. Con un grupo mayoritariamente joven, hasta ahora no habían tenido que lidiar con ese problema, pero tras varias renovaciones (la más importante la de Devin Booker) ven como en breve van a entrar en el impuesto de lujo. El horizonte está en la temporada 2022-23, cuando entrarían en vigor los nuevos contratos de Bridges, Ayton e incluso Shamet (estos dos últimos si es que los acaban firmando). La proyección en gasto de salarios para esa temporada está ahora mismo en 119 millones, con el impuesto de lujo situado en 144,6 millones. La hipotética renovación de Ayton le daría al pívot 29,75 millones de dólares ese año, el primero del nuevo contrato, y Phoenix pasaría a gastarse en sueldos 157 millones. 12,4 por encima del impuesto de lujo.

Como se suele decir, no se puede hacer una tortilla sin romper unos huevos. Que un equipo que aspira a ganar el anillo tenga que pagar impuesto de lujo es de todo menos extraño. Pero, al final, es una decisión que deben tomar en los despachos de cada franquicia. Decidir cómo quieren alcanzar ese objetivo y si realmente merece la pena llegar a esas cifras de gasto con unos jugadores determinados. Eso es lo que están valorando en la planta noble de los Suns, pero el tiempo se agota.