Sigue el sainete. El tema de los antivacunas continúa siendo el pan de cada día de una NBA que no ha podido controlar la ola hostil que se ha originado en torno a ellos. Y los jugadores, con un empoderamiento supino, uno que ha alcanzado cotas que otrora se creían insuperables, han enarboldo un discurso que nada tiene que ver con el cariz social que siempre, o al menos en los últimos tiempos, han tomado. LeBron James habló hace pocos días de su suspicacia en torno a la vacunación con cierta ambigüedad y ambivalencia, y este hecho no ha pasado desapercibido para jugadores actuales o leyendas ya retiradas, que le han reporchado al Rey su actitud al respecto.

Primero fue Enes Kanter, y ahora ha sido Jabbar el que ha apalizado a la estrella de los Lakers. Seis veces campeón de la NBA y otras tantas MVP de la temporada, el pívot es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y ha liderado, ya desde el retiro, la narrativa social y cultural que ha envuelto a la competición, así como su espectacular lucha racial. Y precisamente por este hecho, ha querido darle un toque a un LeBron que es uno de los más grandes referentes de la comunidad negra en Estados Unidos. Una comunidad que, recordemos, tiene menos acceso a la vacunación y es más susceptible a la misma, por la enemistad con un sistema que les ha explotado y la desconfianza generada por el mismo.

"Soy un gran admirador de LeBron James, como uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos y como un humanitario que se preocupa por la injusticia social. He escrito sus alabanzas muchas veces en el pasado y sin duda lo haré en el futuro. Lo admiro y le tengo cariño. Pero esta vez LeBron está simplemente equivocado, y su error podría ser mortal, especialmente para la comunidad negra", ha dicho Kareem en Substack, donde ha arremetido contra el jugador de los Lakers. Sus palabras se unen a otras ya pronunciadas durante estos días y corresponden a un sentimiento que nota una cosa: los jugadores han quedado en evidencia.

Con el 95% de la NBA vacunada, solo falta Kyrie, otra referencia (distinta y con sus cosas, pero referencia), para que caiga todo el mundo. Sin embargo, la huella que han dejado estos días ha empobrecido su discurso social. Si los jugadores se empoderan, dicen por ahí, lo tienen que hacer para todo. Y si lideran una lucha, tienen que hacerlo hasta el final. Ahora, su posición está en entredicho mientras Adam Silver está deseando que empiece la regular season y que se olvide un tema que está durando demasiado. Y con un as bajo la manga que perjudica al trabajador; en este caso, el baloncestista. El tema es el siguiente: la próxima vez que los jugadores quieran liderar una lucha... ¿se les hará caso? El coronavirus ha hecho estragos y ciertas posiciones pueden perjudicar una imagen en proceso de cara a la opinión pública. Ya se sabe, ese lugar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras.