Regimantas Miniotas admitió que en el vestuario acabaron "enfadados" después de perder en el estreno de la Liga Endesa en la cancha del Joventut, pero subrayó que "no hay poner excusas" y sí "mirar hacia adelante" al partido del jueves frente al Casademont Zaragoza.

"Era un partido que teníamos que ganar, una oportunidad clara. No vamos a poner excusas de que jugábamos fuera y había público en el pabellón. Nuestra meta es mirar hacia adelante a los siguientes partidos", explicó el lituano en la rueda de prensa que ofreció en el Bilbao Arena.

Miniotas expresó su ilusión de poder jugar el jueves su primer partido en Miribilla (19:00 horas) con aficionados en las gradas, una experiencia que aún no conoce ya que llegó al equipo bilbaíno el pasado diciembre y desde entonces el Bilbao Basket ha disputado todos sus partidos como
local a puerta cerrada. "Es un factor extra que por fin vayamos a tener público. No he tenido la oportunidad de verles, pero he oído que apoyan mucho y son el sexto jugador", recalcó el interior báltico quien espera a un Zaragoza con el "contraataque como uno de sus principales puntos fuertes".

"Ahí será donde nos tendremos que exigir para frenarles. Son un equipo duro, pero nosotros también. En esta primera jornada se ha visto que del primero al último son buenos equipos y que no puedes relajarte en ningún partido. Es una liga muy competitiva y muy dura en la que todos queremos ganar", subrayó.

Por último, Miniotas confía en que "factores externos, como el COVID o las lesiones", que la pasada temporada dificultaron la puesta a punto del Bilbao Basket les respeten esta campaña para que "todo lo planeado salga adelante". "Todos los jugadores nuevos que han venido tienen un nivel muy alto y aprenden rápido. No es fácil tener minutos porque nadie regala nada. Lo que hay que hacer es trabajar y ser tan duros como podamos", concluyó.