Norris Cole ya está aquí. En Málaga. El nuevo base del Unicaja, con sus dios títulos de la NBA con Miami Heat, este jugador llega para dar lustre a una posición donde el equipo malagueño ha tenido algún que otro problema en las últimas temporadas.

El fichaje de este explosivo y experimentado jugador se gestó cuando los servicios médicos del Unicaja rechazaron a Marco Spissu porque no superó el examen médico. El Dinamo Sassari, su equipo de procedencia, presentó una reclamación en los tribunales para reclamar el pago de 100.000 euros que se pactaron en la operación de traspaso. Pero la entidad de los Guindos tiene bien argumentada su defensa. Todo está estipulado por contrato.

Pero volvemos a Norris Cole. Llegó este miércoles a las 18:00 horas después de un viaje desde Estados Unidos para pasar unas primeras pruebas en un reconocimiento médico que proseguirá este jueves, aunque se espera que pueda trabajar a las órdenes de Fotis Katsikaris en la primera sesión del día. Tras el caso Spissu la prudencia es sabiduría. Cole podría tener sus primeros minutos el próximo domingo en San Fernando ante el Coosur Real Betis en la final de la Copa Andalucía.

Este jugador, contando sus éxitos en la liga más importante del mundo, ha dado unas cuantas vueltas. Maccabi (Israel), Buducnost (Montenegro, Avellino (Italia), Mónaco (Francia y Villeurbanne (Francia). cuatro ligas y tres competiciones europeas (Euroliga, BCL y Eurocup) distintas.

En las conversaciones que mantuvo antes de fichar por el Unicaja con Fotis Katsikaris (entrenador) y Juanma Rodrígue (el director deportivo), en las que se le explicó lo que se pretendía de él en esta experiencia, mostró su ilusión por jugar en la ACB. Puede cubrir las posiciones de ‘uno’ y ‘dos’, como Jaime Fernández. En el Unicaja se piensa que Cole puede ser compatible en pista con cualquiera de los otros exteriores (Alberto, Jaime, Brizuela y Alonso, más lo que pueda ayudar Pablo Sánchez). A sus 33 años puede ser uno de los fichajes estelares de la Liga Endesa.