Bigote huye de comparaciones con Bouteille en Bilbao

Puso el listón tan alto Bouteille en Bilbao que es una temeridad tratar de compararse con él o manifestar que aspiras a igualar su legado. Es lo que hace Bigote, su compatriota y jugador de su misma posición. Se llama Bigote, pero tiene barba. Chiste estúpido. "Somos bastante diferentes, aunque nos parecemos en el talante ofensivo. Él hizo una grandísima temporada aquí y no me pongo la presión de compararme con él. Haré lo máximo que esté en mi mano, jugando como sé. Lo primero es entender lo que me pida el entrenador y daré lo mejor de mí mismo", expone desarrollando sus respuestas con calma y dedicación, moviendo la pierna con cierto tic nervioso ante la rueda de prensa de su presentación. El director deportivo, Rafa Pueyo, profundiza sobre eso mismo: "Los dos son muy agresivos de cara al aro, pero la temporada de Alex fue excepcional. Las comparaciones no son buenas, seguro que Valentin hace grandes partidos y estamos contentos con su aportación. Su forma de anotar es distinta. A veces el rendimiento depende de muchas cosas". Va dando las pinceladas de que Bigote puede jugar a campo abierto, generarse situaciones de tiro, su primer paso es veloz y es hábil saliendo de bloqueos o generando a partir del 'pick and roll'. Es un gran pasador, además. 

Al alero galo se le intentó traer el año pasado, pero no fue posible. Tenía dos temporadas más de contrato con el Le Mans y no había dinero para compensar a su club. En su lugar vino Zyskowski y lo que aportó este jugador, ya se sabe no es cuestión de torturarse. "Ahora solo me queda un año de contrato y ha sido más sencillo desvincularme", resuelve. Con 29 años, era tal vez el último tren para dar el gran salto en su carrera, "quería probar la experiencia, era mi oportunidad", el momento de dar el salto

Es su primera experiencia lejos de Francia y está ilusionado con esta etapa. Conoce el club por referencias de Rouselle, el capitán de los hombres de negro, y otros franceses que han vestido la camiseta negra del Bilbao Basket. El base le explicó que apostó por seguir en la ACB porque en su país no le estaban yendo bien las cosas y aquí el juego es más táctico "y eso me vendría bien a mí también". Tienen cierto afán por conocer nuevos lugares y ha tenido tiempo de ver la ciudad y acercarse al mar. Pero ha visto poco el sol en este oscuro verano modo Mordor en Euskadi. "Ya me habían dicho que aquí llovía mucho", se resigna mirando al cielo. "Era un sueño venir a la ACB desde que jugaba de pequeño, mi intención era venir tarde o temprano", se alegra. 

Bigote, de 1,96 de altura, ha jugado las tres últimas campañas en el Le Mans, promediando en la última de ellas 12,2 puntos, 2,6 rebotes y 2,5 asistencias por partido con un 41% en lanzamientos de tres puntos. Ahora está ansioso por empezar. "El equipo se salvó en el último partido el año pasado y sabemos que no va a ser fácil este". Marcar objetivos ahora es complicado, "Me encantaría que pudiéramos luchar por el playoff, pero es difícil. Todos los entrenamientos hasta el momento son físicos, faltan jugadores, hemos hecho solo algún simulacro de partido, veremos en pretemporada el nivel que podemos dar como equipo", va detallando.