J.J. Barea vuelve a los Mavericks
Después de disputar parte de la pasada campaña con Movistar Estudiantes, el puertorriqueño formará parte del equipo técnico de la franquicia texana.
Nueva incorporación en Dallas Mavericks. No una cualquiera. Según Brad Townsend, periodista del Dallas Morning News, J.J. Barea formará parte del equipo técnico de la organización. "Voy a estar involucrado y estoy muy emocionado", explica el propio Barea para el medio texano. De esta manera, aunque la franquicia no lo haya anunciado oficialmente, se puede dar por hecho. Su rol dentro del equipo, sin embargo, está por determinar. Seguramente, eso sí, esté estrechamente relacionado con las tareas de entrenador. Sin ir más lejos, en el último partido de la Summer League, el puertorriqueño estuvo ejerciendo como técnico asistente.
La noticia ya se podía atisbar. De hecho, en medio de la vorágine de cambios dentro de la estructura de la organización, su nombre ya sonó con fuerza. Ahora, se confirma. Además, tampoco eran ningún secreto las intenciones de Barea al terminar su carrera como jugador. "Tengo una gran relación, como saben, con Mark (Cuban) y con todos en los Mavericks, así que ellos saben... Quiero estar en contacto con el equipo durante los próximos dos años y luego, cuando sea posible ganar experiencia como técnico, quiero seguir preparándome para entrenar. Me encantaría trabajar para los Mavericks y estar en Dallas y ser parte de la franquicia para siempre", confesó en su salida del equipo, hace sólo dos temporadas. Entonces, dejaba atrás 11 cursos en la franquicia. Prácticamente la totalidad de su carrera en la mejor liga del mundo, que también contó con tres campañas en Minnesota Timberwolves. Sus éxitos, sin embargo, están ligados al equipo que hoy lidera Luka Doncic, con quien coincidió sobre la pista.
En 2011, Barea logró el anillo de campeón al lado de Dirk Nowitzki. En dicha temporada, disputó 81 partidos como titular y promedió 9,5 puntos y 3,9 asistencias en 20,6 minutos. En Dallas, con todo ello, es ampliamente querido. Por sus logros colectivos, pero también por una sintonía especial con los aficionados que, de hecho, le han llevado a ser una de las figuras más apreciadas de los últimos tiempos. "Dallas es mi segundo hogar. Es simplemente especial, hombre. Es el lugar más feliz en el que he jugado baloncesto", añadió, emocionado, en su despedida como jugador texano.
Su aterrizaje, por otro lado, se produce en un año de muchas vivencias para Barea. A finales de enero, llegaba al Movistar Estudiantes para intentar enderezar una situación que, finalmente, ha llevado a la actual: el descenso a LEB Oro. Pese a ello, no estuvo presente en la certificación del mismo, pues salió del equipo antes de disputarse el último encuentro de la temporada. "Debido a compromisos familiares no podré participar en el último partido de la temporada que originalmente estaba programado para el 13 de mayo. Mi compromiso era hasta el 14 de mayo, fecha en la que se terminaba la temporada. No fue hasta la semana pasada que el último partido fue cambiado para el 21. Quiero agradecerle a la gran fanaticada estudiantil por la gran acogida y atenciones que tuvieron conmigo. Mi experiencia con el Club Estudiantes fue muy buena y nunca los olvidaré", declaró tras su polémica salida.
Ahora, en las oficinas de Dallas, se reencontrará con Nowitzki, que ejerce como asesor especial para la franquicia. Serán dos de las nuevas piezas de un organigrama totalmente renovado, que también cuenta con Nico Harrison como director de operaciones, en sustitución de Donnie Nelson, y con Jason Kidd como entrenador jefe, tras recoger el testigo de Rick Carlisle. Un equipo muy distinto al que dejó, pese al poco tiempo, y al que vuelve para formar parte de su trasformación. Una que pretende ser definitiva y, justamente, con los aires de ese equipo campeón del que formó parte.