Urbas deja en la estacada al Fuenlabrada para irse al fútbol

El pasado 3 de junio de 2020, en plena pandemia, Urbas Grupo Financiero firmaba con el Baloncesto Fuenlabrada un contrato de patrocinio por tres años, hasta el final de la temporada 2022-23, con el objetivo de dar a conocer la compañía vinculándose a un club de la Liga Endesa, cuyos partidos son televisados en España y en otros 150 países. El contrato recogía la cesión a la empresa del nombre del equipo, que pasaba a llamarse Urbas Fuenlabrada. El buen final de temporada le ha permitido al Fuenla acabar 15º la Liga y mantener la categoría, por lo que entendía que el patrocinio de Urbas continuaba según lo acordado.

La compañía, sin embargo, se ha amparado en la falta de público y en la imposibilidad de asistir al pabellón y disfrutar de las entradas en el campo para alegar que no ha recibido lo pactado en el contrato y justificar la resolución del mismo de manera unilateral, como le comunicó al club hace un par de semanas. En el Fuenlabrada creen que los motivos esgrimidos para una empresa que cotiza en bolsa son poco creíbles, ya que un contrato de este tipo no se basa en las entradas aportadas, y, además, el pacto se rubricó en plena pandemia, cuando ya se conocían las restricciones de público en ese momento (se iba a disputar el final liguero en la burbuja de Valencia) y las que estaban por venir para el inicio de la temporada 2020-21.

Urbas habla de grandes dificultades producidas por el contrato y en el club recuerdan la entrevista en El País del pasado 26 de julio al presidente y consejero delegado de la empresa, Juan Antonio Acedo, en la que se hacía referencia a un beneficio de la compañía en 2020 de 8 millones de euros y se calculaba que para 2025 la facturación podría alcanzar los 1.000 millones sin renunciar a poder entrar a cotizar en el Ibex 35.

En el Baloncesto Fuenlabrada piensan que el único motivo de la marcha de Urbas es su nueva apuesta por patrocinar a un equipo de fútbol, en concreto al CD Leganés, de la Segunda División, cuyo acuerdo se ha hecho oficial este lunes, y quiere dejar el baloncesto sin cumplir con los compromisos adquiridos por contrato.

El club madrileño ha remitido así un requerimiento a Urbas en el que argumenta que los motivos expuestos son falsos y le reclama la cantidad de dinero que la empresa le adeuda a la fecha de la ruptura del contrato, más de 225.000 euros, y apunta que, si no hay solución previa, tendrá que ser resuelto en los tribunales. Le ha trasladado, igualmente, la voluntad de negociar las temporadas restantes del contrato antes de acudir a la vía judicial.