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NBA | FINALES 2021 | SUNS-BUCKS

Bobby Portis se reencuentra: polémicas, trabajo y Finales

El jugador de los Bucks, recordado por su agresión a Nikola Mirotic, ha sido el encargado de sustituir a Giannis durante su lesión. En Milwaukee, es otro.

Milwaukee Bucks' Bobby Portis (9) reacts after dunking during the first half of Game 5 of the NBA Eastern Conference Finals against the Atlanta Hawks Thursday, July 1, 2021, in Milwaukee. (AP Photo/Aaron Gash)
Aaron GashAP

"Milwaukee es una blue-collar city y yo soy un blue-collar player". Así se definía Bobby Portis antes del trascendental sexto partido entre Milwaukee Bucks y Atlanta Hawks, el de la victoria que ha llevado a la franquicia de Wisconsin a unas Finales de la NBA 47 años después. El interior de 26 años, después de una carrera marcada por las polémicas, se está reencontrando. Seguramente, ha encontrado su sitio. Muchas veces, simplemente, se trata de eso. El origen del nombre de la ciudad, la buena tierra, encontrar un lugar por el agua, con él, hace honor a sus raíces. Ha encontrado su cauce en un mercado pequeño, en una ciudad de casi medio millón de habitantes, pero que tiene ese cariz pueblerino de lo rural. La comercialización de pieles de animales, la agricultura y la ganadería se encuentran en los primeros pasos de un Estado que, pese a su evolución contemporánea, no deja de tener en la industria pesada buena parte de su motor económico. En medio de todo ello, Portis se siente pueblo y el pueblo le siente como un héroe.

La expresión blue-collar, dentro del habla inglesa, hace referencia a la clase obrera. Normalmente, y con carácter específico, al hablar de actividades que requieran de trabajo manual. Se opone, con ello, a los cuellos blancos, a los white collar, que engloban a las personas que residen en las jerarquías más altas de las pirámides sociales. El origen del término procede de los tradicionales monos de trabajo, de color azulado. Los mamelucos, los overoles, aquello que Portis siente que viste cada vez que salta la pista. Entiende su cometido y lo cumple, con su hipnótica mirada como uno de sus rasgos más carismáticos. Lucha, brega y baja al barro como pocos en la liga. Celebra cada acción ofensiva, defensiva y se funde con el público del Fiserv Forum cada vez que puede. Y, de igual forma, también se encara con el de los pabellones rivales, pues su instinto, aunque controlado, sigue ahí.

En España, su nombre resultará familiar, aunque no amigable. En 2017, una pelea entre él y Nikola Mirotic terminaba con el hispanomontenegrino en el hospital. Eran compañeros de equipo, en Chicago Bulls, pero la tensión durante un entrenamiento fue tal que, tras uno o varios golpes en la cara (según las fuentes que lo presenciaron), el actual jugador del Barcelona terminó en el suelo durante varios minutos. Tras ello, abandonaba el pabellón para ser atendido médicamente, con "una conmoción y fracturas maxilares", según el comunicado emitido por la franquicia en el momento del altercado. El suceso, seguramente, sería una de las razones del posterior movimiento de Mirotic hacia New Orleans Pelicans, antes de recalar, precisamente, en los Bucks. En el caso de Portis, supuso ocho partidos de suspensión y, sin ninguna duda, el momento más bajo de su carrera, ya marcada por las polémicas. Esa misma temporada, sin ir más lejos, Tomas Satoransky, ex de Barcelona y Sevilla, también era víctima de un cruce de cables del actual jugador de Milwaukee. En un intento de tapón fallido, provocaba una dura caída del checo, que abandonaba el partido con una importante brecha. "Me siento en el vestuario e imagino que un jugador rival le pegó a mi mamá. Con esto me pongo loco y mi objetivo va a ser perseguirte porque le pegaste a mi mamá", se viralizaba, recientemente, en las redes. Unas palabras del propio Portis en sus primeros años en la liga, las que le acompañaban antes de todos sus partidos, como preludio de todo lo posterior.

En Wisconsin, "lo mejor que le ha pasado" a su carrera, no conocen esta faceta de Booby, de nombre maliciosamente simpático. De momento, el comportamiento del ala-pívot es ejemplar. Si bien, tras multitud de jugadas, sus impulsos le llevan a buscar con la mirada a sus rivales, en ninguna ocasión ha llegado a las manos. Ni siquiera, a grandes enfrentamientos verbales. Se limita a jugar y, como él mismo indica, a trabajar. Es conocedor de su rol y, con él, está relanzando una carrera a la que aún le puede quedar mucho trayecto por delante. Ha encontrado la forma de canalizar su carácter volcánico: ahora, las explosiones cogen forma de sudor, intensidad y multitud de intangibles para el equipo; pero no sólo eso.

En sus segundos playoffs, está promediando 9,3 puntos y 5,4 rebotes. En importancia comparada, su estatus se ha multiplicado: en la fase final, es el tercer jugador del equipo en cuanto a puntos por posesión y el segundo en lo relativo a rebotes. Con 17,6 tantos por cada 36 posesiones, sólo tiene por delante a Giannis Antetokounmpo (27,1) y Khris Middleton (21,5); con 10,6 atajadas, sólo se encuentra por detrás del jugador franquicia (12,2), según datos de la propioa NBA, recogidos por Juan Estévez en su página oficial. Desapareció de la rotación en la serie frente a Brooklyn Nets, pero no supuso ningún problema. Ningún mal gesto ni ningún reproche a Mike Budenholzer, que está encontrando en él una de las vías principales para realizar esos cambios que tanto le cuestan. En su caso, incluso, llegando a la categoría de obligatorios. Con la baja de Antetokounmpo, fuera por una hiperextensión en su rodilla izquierda durante el cuarto partido frente a los Hawks, Portis ha sido el elegido para reemplazarle en el quinteto titular. Una responsabilidad mayúscula que, como los resultados indican, las propias Finales de la NBA, ha sabido aceptar. Si los Bucks están donde están, en buena parte, también es gracias a Bobby, cuyo nombre ya ha sido coreado por la afición buck en más de una ocasión. En el quinto partido de semifinales, firmó su mejor actuación en una postemporada: 22 puntos y 8 rebotes. Al lado de Brook López, el gran héroe de la noche, dominó una pintura huérfana del gigante griego, clave en el resultado final del encuentro.

"Mientras creas en ti, no importa lo que nadie más diga o piense. ¡Mantente encerrado en ti! Siempre se vuelve más grande después. Amor", "¡Nada convertido en algo! ¡Gracias, Dios! 4 más, Mike te amo", se puede leer en las últimas publicaciones de su Twitter, en cuya portada tiene inscrita la palabra "underdog". Lo que se siente y lo que quiere transmitir, tanto él como la franquicia. Después de dos intentos frustrados en el ascenso hacia el anillo, los Bucks están más cerca que (casi) nunca de la gloria, sólo alcanzada hace medio siglo, en 1971. Esta vez, con una nueva cultura en construcción, una que hace gala y presume de su carácter rural, trabajador y de brillo en la oscuridad. Jrue Holiday, Khris Middleton... Estrellas que no caen bien a los focos. Como Bobby, que, de confirmarse la ausencia de Antetokounmpo para esta madrugada, podría ser titular en sus primeras Finales de la NBA. A blue-collar player.