En el quinto partido entre Atlanta Hawks y Milwaukee Bucks había mucho en juego. En primer lugar, una victoria que, según la estadística, es casi definitiva: con 2-2 en la serie, el ganador de dicho duelo suele imponerse en el 82% de las ocasiones. En segundo, una lucha por la supervivencia: un paso vital hacia las Finales de la NBA sin las dos estrellas principales del partido, una por equipo. Por un lado, Giannis Antetokounmpo; pero el otro, Trae Young. En el caso del griego, tras una hiperextensión en su rodilla izquierda que, a pesar de no contar con daños estructurales, se desconoce cuánto tiempo puede mantenerle apartado de las pistas; en el del base, tras un choque fortuito con uno de los árbitros en el tercer partido de la eliminatoria.

Ese era el mapa inicial del duelo, que requería de nuevos nombres. De jugadores que, ante la ausencia de los grandes líderes, tiraran del resto. Los hubo en ambos elencos; aunque, obviamente, con una mayor preponderancia para las figuras ganadoras, las de los Bucks. Brook López, en este sentido, sobresalió por encima del resto. El pívot, en una versión muy alejada a la mostrada durante los últimos años, se hizo amo y señor de la pintura, heredando la zona que, normalmente, domina Giannis. Al término del partido, 33 puntos, 7 rebotes y 4 tapones para él, con solamente dos triples intentados; pero no estuvo solo.

Khris Middleton y Jrue Holiday, en su necesaria aportación, estuvieron a la altura... y también Bobby Portis, el jugador que, precisamente, empezó como titular tras la ausencia de Antetokounmpo. 22 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias en su casillero. Su mejor partido en el momento más oportuno, en medio de una temporada, además, con cierto sabor a redención. Una en la que, según reveló tras el mismo encuentro, sigue un ritual muy peculiar antes de los partidos. "Me siento en el vestuario e imagino que un jugador rival le pegó a mi mamá. Con esto me pongo loco y mi objetivo va a ser perseguirte porque le pegaste a mi mamá", confiesa. Como suele ser habitual, sin dejar a nadie indiferente.