NBA | SIXERS 96 - HAWKS 103 (3-4)
Rivers y Embiid se hartan de Simmons: "No tengo respuestas"
El entrenador y la estrella de los Sixers cargan contra Ben Simmons, que sale muy señalado de la serie ante los Hawks. El equipo de Philadelphia, al rincón de pensar.
Guerra total en los Sixers. La derrota ante los Hawks en semifinales se produce antes de lo esperado y la gente empieza a señalar culpables. El problema es que lo han hecho también los propios compañeros de equipo, con declaraciones cruzadas y la señalización de un responsable de la debacle: Ben Simmons. El base, denostado, ha jugado una serie horrenda ante los Hawks y muchos empiezan a poner ya en duda su continuidad en el proyecto. Su prometedora carrera se ha quedado estancada, no mete los tiros, es un lastre en el final de los partidos y no ha corregido sus defectos, lo que impide a los Sixers avanzar en la conquista hacia un anillo que no han tenido ni cerca. Es más, no disputan las finales de Conferencia desde 2001, una crisis pantagruélica a la que no ha puesto final ese ya injustificado Trust the Process que se ha evaporado más rápido de lo esperado.
Ahora, toca tiempo de reflexión para un Daryl Morey que deberá hacer cambios. Y, de momento, parece que todo pasa por Ben Simmons, que tiene contrato hasta 2025, cuando se terminará de embolsar los 169 millones de dólares que tiene garantizados. Parece que la situación es compleja, después de que su valor en el mercado haya decrecido preocupantemente y el propio jugador haya demostrado ser, en determinados momentos, un estorbo más que una solución. Lejos de la nomenclatura de estrella y de su compañero Embiid, el base ha reconocido que tiene que mejorar y ha negado que baje su nivel en playoffs, pero los números hablan por sí solos: 14,3 puntos, 7,2 rebotes y 6,9 asistencias en regular season. En playoffs, apenas 12 puntos (no ha superado la decena en los tres últimos duelos), 8 rebotes y 9 asistencias, con un... 34% en tiros libres, el peor porcentaje de la historia de la fase final. Un auténtico desastre.
Eso sí, lo que más ha sorprendido ha sido que Rivers y Embiid hayan cargado contra Simmons en la rueda de prensa posterior al partido. El técnico, al que se le acaban los argumentos, no ha querido responder a la pregunta de si su jugador puede ser el base titular de un equipo campeón, y ya dijo, en mitad de la serie, que si tenía que sentarle no iba a dudar. Embiid ha ido más lejos: "El punto de inflexión ha sido una jugada en la que podríamos haber anotado y hemos acabado perdiendo el balón". El pívot no menciona a Simmons, pero se refiere a una jugada que, con 3:30 para el final, ha protagonizado el base, que debajo de la canasta no ha querido machacar y ha decidido dar un pase más, con los locales perdiendo el balón cuando iban a sumar dos puntos fáciles. En la siguiente acción, los Hawks han anotado. Es decir, error por partida doble y una imagen muy comentada, la de Embiid haciendo un gesto de exasperación tras la decisión de Simmons de no atacar el aro.
Las cosas están tensas en Philadelphia... y esto acaba de empezar. Muchas veces se habla en caliente después de una victoria, pero dichas declaraciones pueden suponer una reacción en cadena demasiado grande, y Rivers y Embiid han sido demasiado explícitos en una competición como la norteamericana, donde los equilibrios espirituales y la química grupal es parte esencial de la victoria. Ya veremos cuáles son las consecuencias reales de lo ocurrido en los Sixers, pero de momento, todo el mundo coincide con la versión de entrenador y pívot, aunque el propio Doc Rivers también ha salido muy señalado de la serie. De momento, se abre tiempo de reflexión en una franquicia que no levanta cabeza. Y en un proyecto que prometía mucho, pero que está ahora totalmente desmadejado e inmerso en tierra de nadie tras un fracaso absoluto y sin paliativos. Cosas de la NBA.