NBA | SIXERS 118 - HAWKS 102 (1-1)
Milton remueve y Embiid remata: los 76ers igualan la eliminatoria
Partidazo de Embiid pese a no ser el MVP de la NBA. Los Sixers respondieron bien en la segunda parte con un gran parcial liderado por Milton.
Apuro más o menos salvado. Los Sixers se marchan de su pabellón con el factor-cancha perdido pero ya con el empate en la eliminatoria que les enfrenta a los Hawks. Uno a uno tras, de nuevo, una actuación diferencial de Joel Embiid, que se mostró disgustado por el premio que minutos antes del choque se entregó a Nikola Jokic como MVP de la Temporada 2020/21 en la NBA. El camerunés hizo lo que debía: que su rival en la cancha pagara los platos rotos de su enfado por no haber sido designado como el mejor.
La sorpresa no fue tener al mejor jugador de los Sixers en esos números ni a Ben Simmons, presumible segunda espada, en sólo dos aciertos en los tiros de campo y mucho más centrado en la dirección y la defensa. Para nada. Eso se ha convertido en rutina. Pero sí que Rivers tocara una tecla al final del tercer cuarto con la que pudo reventar el partido: Shake Milton, en sus primeros minutos en cancha, reventó el partido junto a sus compañeros suplentes. Suya fue parte de la culpa de este 118-102, un marcador impensable justo después del descanso pero que se hizo oficial cuando sonó la bocina del final.
Los locales, conscientes de lo que se jugaban ante un conjunto que no es el favorito y ya les tomó la delantera en el primer partido, empezaron metidísimos. Tanto como para que Green hiciera un mate con sólo seis segundos en el reloj. 12-2 de parcial de apertura. Balones a Harris y Embiid, jugando bien el estático y también si había alguna transición rápida. Genial primera respuesta. La intensidad era lo que marcaba esos compases y los 76ers se marcharon casi a rozar la veintena de ventaja (28-10, minuto 8). Todo cambió, sin embargo, con el llegar del segundo periodo. La inclusión en cancha de los jugadores de banquillo afectó de mejor forma a los Hawks, que de la mano de Huerter y Gallinari metió puntos y Lou Williams, por oposición a lo que suele proponer Trae Young a nivel de ritmo y absorción de marcaje, cambió el signo. Y la intensidad, claro: Huerter hasta ponía tapones. Los de McMillan no llegaron a cerrar la herida, pero se llegaron a poner a dos de distancia. Embiid volvió a cancha para empezar a dominar a Capela con bastante claridad y fue lo que les sostuvo hasta que, al filo del descanso y con Young otra vez siendo el que manipulaba el caudal, un par de triples de Huerter y Gallinari, que superaron la veintena sin ser titulares, volvieron a apretar el enfrentamiento.
Ya con la segunda parte, más balones a Will. En Filadelfia crecía y vivía y aquí el personaje se llama Embiid. Sorprendiendo en el triple nada más llegar o luchando en el poste bajo con fuerza. También falló la defensa sobre él, el dos contra uno dejaba liberados a otros que no fallaban, con Seth Curry como ejemplo práctico. Cuando parecía que ya se marchaban, dos tiros seguidos de Bogdanovic en el otro lado frenaban la euforia. Pero menos dos tiros aislados de Curry y otras dos acciones de Harris, todo Embiid. Y se iban de nuevo hasta que Bogdan Bogdanovic, esta vez con tiros seguidos pero cada uno contando por tres puntos, rompió otra vez la magia en la cabeza de los locales. Y por delante, incluso (79-80, minuto 33). Ahí apareció Shake Milton, que agitó el partido como ya reza su nombre. Un par de triples antes de que se acabara el tercer periodo pusieron en ventaja de nuevo clara a los 76ers. No sólo con él sino con George Hill y Dwight Howard, un pequeño gran impulso para marcharse en el marcador a algo que ya sería definitivo hasta el final. Milton aportó 14 puntos en 14 minutos sin haber pisado la cancha en la primera parte. Y, cómo no, para cerrar el círculo estuvo Joel Embiid, que se marchó hasta los 40 puntos y sin bajar del 50% de acierto. La serie viaja ahora a Atlanta para los dos próximos compromisos con un jugoso empate en la misma.