Poirier explica cómo se fraguó su fichaje por el Real Madrid
El pívot francés, en declaraciones para 'Ouest France', habla de sus próximos objetivos y revela los entresijos de su llegada al conjunto blanco.
La ACB ya conoce a Vincent Poirier. En el poco tiempo que el pívot francés lleva en la liga española, ya ha dejado impronta. Aún no está en su óptimo físico, pero su intimidación en la pintura ya se ha apuntado más de una víctima: en los cuatro partidos que ha podido disputar, ha promediado 10,8 puntos, 6,5 rebotes y 1,3 tapones. "No es fácil llegar con la temporada empezada y cada día lo vemos mejor. Hay cosas buenas y malas, pero es parte de cómo tiene que entrar al equipo", declaraba Pablo Laso recientemente sobre su proceso de integración. Poirer vio cómo las puertas del Real se le abrían por circunstancias colaterales. La inopinada salida de Gabriel Deck hacia la NBA dejaba muy mermada una plantilla que, durante toda la temporada, ha tenido que cabalgar con la ausencia de Facundo Campazzo, con el mismo destino que su compatriota, y multitud de bajas. Con todos los astros confabulando en su contra, el conjunto blanco, sin embargo, se quedó al borde de la epopeya en su enfrentamiento con Anadolu Efes, por alcanzar la Final Four de la Euroliga, y sigue líder en la competición doméstica, ahora, con los servicios de Poirier a su disposición.
En declaraciones para Ouest France, el pívot francés ha revelado cómo se gestó el proceso para que esto pueda ser así, con la salida de Deck como catalizador y la estructura del equipo de Laso como motivo: "Ocurrió rápidamente. Me cortaron (y agradecieron) los New York Knicks, le mencioné a mi agente la idea de volver a Europa y el Madrid se puso en contacto con nosotros rápidamente. Al principio, no era para ahora, pero con la salida de Gabriel se hizo. Regresé a Francia y cuatro días después estaba en Madrid. Ya conocía la ciudad. El Real tiene mejores instalaciones que algunos equipos de la NBA. Entonces, la decisión no fue difícil de tomar. Hoy, con la Covid-19, no todos los clubes están preparados para tomar una decisión rápidamente, y el Madrid sí lo ha hecho. Eso es lo que quería, volver a formar parte de un equipo y volver a jugar rápido", declara muy en sintonía con todo lo que ya había mostrado en episodios recientes, en los que aseguró que llegaba al Real para "ganarlo todo" y porque ya "estaba cansado de perder contra ellos".
Poirier no tuvo el mejor paso posible por la competición norteamericana, donde, en dos temporadas, sólo pudo disputar 32 partidos y ninguno como titular. No lo considera un fracaso y, en consonancia con su forma de entender la vida, cree que, a día de hoy, Europa le puede dar cierta estabilidad que en la competición estadounidense no siempre se encuentra. "No estoy absolutamente concentrado en la NBA, nunca lo he estado. Soy feliz donde estoy, no tengo remordimientos", asegura en el mismo medio. Pasó por Boston Celtics, primero, y Philadelphia 76ers después, donde dejó 1,5 puntos de media y 1,4 rebotes. Se quedó muy lejos de sus registros, pero pudo sacar, en el plano deportivo, cosas positivas, como la mejora en el tiro de tres, que ya practica en el Madrid (3 aciertos en 9 intentos), y que, en el futuro inmediato, abre las puertas de par en par a Laso para apostar por una dupla interior temible, junto a Walter Tavares. "¡Ah, trabajamos! Tuvimos tiempo en la NBA. Antes, no lo habría probado. Hoy me siento más cómodo. E incluso si me quedo en 0 de 2 en un partido nadie vendrá a decirme 'ahora deja de disparar tres puntos'. No abusaré de ello, pero es un arma más".
El nuevo recurso, asegura, también le servirá para amenazar en los Juegos Olímpicos de Tokio, que consideraba una prioridad y que, por ende, también se encuentran tras su decisión de recalar en el Real Madrid: "Quiero jugarlos. No quería volver a un equipo de la NBA y que todo se desarrollara de la misma manera, donde iba a ver jugar a otras personas. Regresar a Europa fue perfecto. Sabía que iba a jugar y que podría demostrarle al entrenador que todavía estoy aquí", asevera. En la competición internacional, ahora, competirá por llegar lo más lejos posible con varios de sus nuevos compañeros como contrincantes. No se amedrenta, a pesar de todas las veces que ha perdido "contra ellos". "No conozco a nadie en el equipo al que le guste perder o que esté satisfecho con terminar 4º o 5º. El objetivo es claramente la medalla. Creo que tenemos las cualidades y los jugadores para hacerlo. Ahora, si estoy ahí (cruza los dedos), nos toca a nosotros hacer una buena preparación y volver con lo que fuimos a buscar", sentencia. Ambición, como la mostrada de blanco desde el primer día.