Derrota en la noche en la que Westbrook rompió su barrera
Russell Westbrook superó la marca de Oscar Robertson (181) y se convierte en el jugador con más partidos de triple-doble en la historia de la NBA.
La esperada noche del récord de Russell Westbrook, el que ha perseguido durante tantos años y a conciencia en muchas ocasiones, no puso de llegar de forma más poética. Puro Westbrook y, desgraciadamente para ellos, por un camino que tanto el jugador como su equipo ya han transitado esta temporada. Derrota al canto. Para subir un grado más, teniendo Russ la oportunidad de ganarlo con un tiro a falta de dos segundos. Pero la nueva marca le coloca al frente de una de las tendencias más en auge de la NBA: los partidos de triple-doble. Esta noche el legendario Oscar Robertson ha visto roto su récord, el de los 181 partidos logrando dobles dígitos en tres apartados de la estadística, uno de los registros que se consideraban intocables en la liga norteamericana hace unos pocos años.
Con 8:30 minutos de sobra para poder centrarse en amarrar la victoria y con una línea final de 28 puntos, 13 rebotes y 21 asistencias logró Westbrook romper la barrera de Robertson, que databa de 1974. Los Wizards publicaron un vídeo conmemorativo en el que el propio Robertson se rendía a la hazaña de Westbrook: "Estoy muy contento por ti. Tu familia está orgullosa". Adam Silver, el comisionado, fue otro de los que le alabaron: "Habla de la incansable ética de trabajo que tienes y de la pasión que le pones a este juego todas las noches". Para él también fue una noche diferente: "Le pones tanto tiempo y trabajo a este deporte que es algo que no había ni soñado que hablaran así de mí. Normalmente no me doy palmadas en la espalda por lo que consigo, pero hoy lo voy a hacer".
La baja de Bradley Beal, que pugna con Stephen Curry por ser el máximo anotador de la NBA, le abría más opciones a Russell Westbrook de poder alcanzar su objetivo. Tuvo que ser de forma atropellada aunque heroica la forma en la que los Wizards llegaron a pelear el partido, una vez que el récord estaba asegurado. Estuvieron a un tiro del propio Westbrook, pero la victoria se quedó en Atlanta. La derrota de Washington, sin embargo, parece no ser un peligro excesivamente alarmante en lo que se refiere a los próximos pasos: Chicago aún está a tres de distancia y quedan unos pocos días de fase regular. El récord, eso sí, llegó con elementos característicos: con el equipo echado a la espalda, jugando para él y cayendo. Hasta los aficionados de su equipo, en el que sólo lleva una temporada, le perdonarán este resbalón para celebrar su grandeza aunque sea por unas horas.
Los primeros dos cuartos fueron vivos en ataque, con opciones individuales de la mano de Westbrook y Smith ante un mal defensor como Trae Young y optando Atlanta por balones a Capela y Collins y con movimientos exteriores para Bogdanovic. Iba variando el estilo, pero los registros permanecían en niveles parecidos. Neto y Matthews como titulares, Lopez un poco mejor que el rompedor Gafford, De'Andre Hunter de vuelta tras media temporada fuera por lesión, etc. Buena contienda. Tras el descanso los pellejos se soltaron y el partido fue otro.
Young, mal en los triples, tuvo en Bogdanovic a un buen aliado. Una buena conexión. Con ellos se fue Atlanta hacia la victoria. Doblaron a los visitantes en el tercer cuarto. Ahí es donde se podría decir que se terminó decidiendo todo pese a que los Wizards tuvieran el tiro para ganar. Los deberes hay que hacerlos a tiempo.
Hachimura hizo de todo y fue uno de los que ayudó a sostener a los Wizards. El equipo de Scott Brooks hizo gala de su afamada tendencia al ataque cuando más necesitaba de ella, anotando cuarenta y cinco puntos en el último periodo para llegar a la orilla. No pudo entrar de lleno en la tierra y ganar el encuentro, pese a todo. Dos acciones del alero japonés y otras dos de Westbrook, un triple y una jugada en contacto, impulsaron al equipo. Estaban para ganar. Un robo al unísono de Neto y Gafford dejó el balón en manos del gran protagonista de la noche sin tiempos muertos para preparar jugada. El tiro ladeado de Westbrook no entró y la victoria no viajó a Washington como sí lo hace la marca de Robertson.