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OKLAHOMA CITY THUNDER

La odisea de Deck en la NBA

20 días después del anuncio de su fichaje, Gabriel Deck está finalmente disponible para debutar con los Thunder. Entre medias, el argentino ha pasado una odisea.

Casi un mes después del anuncio de su fichaje, Gabriel Deck está finalmente disponible para debutar con los Thunder. Entre medias, el argentino ha pasado una odisea.
Angel MartinezEuroleague Basketball via Getty

El pasado 9 de abril, la bomba explotó: Gabriel Deck abandonaba el Real Madrid para irse a la NBA, fichando por los Thunder. La noticia no dejó a nadie indiferente; en primer lugar, por darse a conocer solo unas horas después de la clasificación del equipo de Pablo Laso para los cuartos de final de la Euroliga. Pero también por la ingente cantidad de dinero que el argentino va a cobrar de aquí a junio, casi 4 millones de dólares que contrastan en exceso con los 400.000 que percibía por parte del club blanco. Es más, el salario es uno de los motivos principales por los que el alero, que ya había pedido una subida salarial en su renovación en el Madrid, ha decidido marcharse. Semejante cantidad le llegará gracias al salary floor, que la franquicia de Oklahoima ha decidido cubrir con su llegada, haciendo por el camino un desembolso muy grande en apenas unos meses. Y contando que, el primero de ellos se lo ha pasado haciendo trámites para poder ir a Estados Unidos y poder, por fin, debutar. Algo que puede hacer esta noche, según han informado los propios Thunder.

Todo se apalabró el día 8, pero hasta el 12, los Thunder no hicieron el anuncio oficial. Eso sí, todavía quedaba un tiempo para que el jugador argentino pudiera poner un pie al otro lado del Atlántico. Los problemas en el visado provocaron que tuviera que esperar hasta nueve días para tomar el vuelo, cosa que hizo finalmente el día 21. En ese tiempo, Deck estuvo entrenándose en solitario en Madrid, ya fuera de la dinámica del equipo de Pablo Laso, y aprovechando su tiempo libre mientras esperaba pacientemente a que todo estuviera arreglado y poder así volar en avión hasta su nuevo destino. En medio de todo eso y tal y como ha informado el periódico argentino Clarín, el alero se despidió de su novia Tamara, que se uniría a él la temporada siguiente. ¿El motivo? Una mudanza tan grande no tenía sentido cuando a los Thunder solo les quedan 10 partidos de regular season. Y no tienen, claro, ninguna posibilidad de disputar los playoffs.

A su llegada, el argentino tuvo que guardar confinamiento y pasar seis controles negativos antes de poder tener contacto con el resto de sus nuevos compañeros. En ese tiempo, solo vio a Rob Hennigan, asistente del General Manager Sam Presti, y a un asistente con el que se entrenaba en solitario. Esos momentos eran los únicos en los que salía del hotel Colcord; ni siquiera visitó el jardín botánico Myriad, que tenía justo al lado, para prevenir posibles contagios de coronavirus y poder estar con la plantilla lo antes posible. Deck necesitaba acumular minutos con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, y disputar minutos era imperativo para poder hacerlo. De no ser así, habría estado inactivo desde el 8 de abril hasta la cita olímpica, un espacio de tiempo demasiado grande para cualquier profesional que se precie.

Finalmente, el día ha llegado. 20 días después de conocerse la noticia, Gabriel Deck podrá debutar con los Thunder si así lo considera su entrenador, Mark Daigneault. Lo hará, si todo va bien, ante los Pelicans de Zion Williamson y en Oklahoma, su nuevo hogar. Y tendrá que dar la talla para entrar en los planes del equipo de cara a la temporada que viene. Tras mucha paciencia y una odisea que habría sacado de quicio a cualquiera, coronavirus mediante, el jugador argentino podrá cumplir el sueño de debutar en la mejor Liga del mundo y seguir avanzando en una carrera que, de momento, parece no tener techo. La espera habrá merecido la pena, no cabe duda. Al fin y al cabo, estamos hablando de la NBA. No es para menos.