NBA | MAVERICKS 108 - LAKERS 93
Doncic puede con el marcaje y los Mavs remontan a lo grande
Los Lakers llevaban buena ventaja, pero se vinieron abajo. Doncic aportó lo necesario. Powell brilló y Porzingis no estuvo. Regreso de Gasol tras tres partidos.
Cómo han cambiado las cosas en cuestión de una semana para los Mavericks. En la pelea por meterse directamente en las series por el título está apretando fuerte. Ya ha dejado atrás a los Blazers y a los Lakers, el equipo al que tiene a un par de victorias de distancia, les acaba de ganar dos encuentros seguidos para hacer tres y ponerse en control de una situación que no es fácil y todavía menos en la compleja Conferencia Oeste. Y con problemas físicos, nuevamente, para Kristaps Porzingis. Es otro equipo que el que llegó a estar antepenúltimo en la tabla. Y este último enfrentamiento ante los angelinos es una buena muestra de ese volantazo.
Los Lakers tenían bien amarrado el partido en su costado. De 17 era la ventaja antes del descanso y de 12 al empezar la segunda parte. Se acabó ahí el fuelle o las ganas o vete a saber qué y los Mavericks, sabiendo leer mejor los marcajes a dúo que le hacían a Doncic (18+8+13) y con un Powell (25+9) por fin en el papel que se espera de él, acabaron ganando holgadamente: 108-93.
Vogel aumentó la minutada de Anthony Davis y Marc Gasol regresó a la rotación tras tres partidos fuera. Montrezl Harrell, LeBron James y Kentavious Caldwell-Pope eran los ausentes en los Lakers. Repasadas las ausencias y dejándolas a un lado, preocupante bajón en la segunda parte para los actuales campeones. No hizo falta un partido extraordinario de los Mavericks, que se dedicaron a seguir el sendero que les había marcado el rival para doblegarle. Suerte que en la semana entrante el calendario es más asequible y pueden poner algo más de tierra de por medio, ya deben estar apremiando a LeBron para que acelere la recuperación y no se agrande un problema que no es baladí.
McLemore, sorprendente titular, enchufó tres triples en el primer cuarto para paliar el buen hacer de los Mavericks, que no empezaron mal. De hecho, por delante en el tramo inicial. Powell, peleando contra dos torres; Doncic, con un par de canastas; Carlisle, contento. Ahí todavía los angelinos no habían empezado a carburar. Ya en el segundo acto, con Brunson dirigiendo y no muy bien a Dallas, los visitantes pusieron la directa. En los minutos anteriores al descanso empezó a darse esa doble defensa de la que hizo gala el cuadro de Los Ángeles sobre Luka Doncic, al que le costó unos minutos leerla bien para convertirla en un error.
"Me la estaban haciendo, pero en Europa estaba acostumbrado a verla mucho. Sé cómo va. Aquí hay más pista, así que me es más fácil", dijo Luka al acabar.
Efectivamente, surtió el efecto contrario. El esloveno fue viendo las opciones con las que jugaba si Caruso u otro defensor pegajoso iban a por él y encontró a Powell por dentro y a Finney-Smith por fuera. Los de California, sin embargo, aguantaron bien el tipo en un primer momento. Siguieron conservando algo de ventaja y parecía que, por mucho que hicieran los Mavs, todo seguiría así. Schröder, el que mejor mantuvo el tipo. El hundimiento real llegó ya en la última manga, un auténtico despropósito para el que presume de ser campeón. Ahí sacaron los texanos los quince puntos de ventaja con los que finalizaron, enteritos.