El Valencia Basket se mete en su primera final de la LF Endesa y vivirá su lucha por el título en una temporada de ensueño. El Girona, que llegaba a Valencia con una desventaja de nueve puntos forjada en la ida, plantó cara en todo momento y tan sólo en el último cuarto las de Rubén Burgos pudieron aumentar el ritmo e imponer su ley (87-74). Durante los primeros tres tiempos, las de Julbe llevaron el peso del partido, hasta que las taronja se desataron en el último cuarto.

Máxima igualdad en La Fonteta, con un Girona que llegó a Valencia con la ambición de ganarse un pase a la final. Las de Alfred Julbe entraron fuertes al encuentro de la mano de Chelsea Gray, que sumaba seis de los primeros 12 puntos de su equipo. En Valencia Basket, Rebecca Allen lideraba la ofensiva la taronja y con un triple ponía a las locales por primera vez por delante en el marcador (13-12). Sin embargo, Frida Eldebrink y Laia Flores cerraban el primer cuarto con ventaja.

El segundo acto arrancó con Julia Reisingerova abriendo brecha con dos canastas consecutivas. La interior lituana comenzaba a hacer mella por dentro, obligando a parar el encuentro a Rubén Burgos. Cuando peor se ponían las cosas, aparecía la figura de Cristina Ouviña que, tras la tercera falta de Allen, fue creciendo en el encuentro junto a la figura de Celeste Trahan-Davis. Pero Gray y el Girona desde la línea, seguían impecables y se hicieron fuertes antes del descanso (33-38).

Tras el paso por vestuarios, la de Julbe, que acabó expulsado por doble técnica, trataron de dar un paso más de cara a la final, pero el Valencia Basket seguía firme en su idea de juego. Trahan-Davis y Sonja Vasic se medían por dentro en un duelo de puras anotadoras. El intercambio de golpes en el tercer cuarto fue constante. Girona, incluso, llegó a ponerse a diez de distancia (45-55), decantando momentáneamente la balanza para el cuadro catalán. Una diferencia que quedó en el marcador tras anular una canasta de Laura Gil tras rebote. Pero Ouviña y Queralt lideraron una rebelión, que dejó a las locales la reacción en bandeja (54-55).

El último cuarto fue una muestra de templanza de un Valencia que venía remando a contracorriente todo el encuentro. Las de Burgos supieron interpretar la ligera ventaja para crecer de la mano de Trahan-Davis y Ouviña, con Queralt uniéndose a la fiesta con un triple y una canasta en transición para poner ventaja (67-61). Pero el Girona, a base de triples y 2+1, no se dejaban ir del partido. Hasta que volvió a aparecer la figura de Rebecca Allen para decantar la balanza. Con dos para el final (79-73), y una Fonteta en pie, Valencia se preparaba para un nuevo título.