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GERNIKA 55-PERFUMERÍAS AVENIDA 77

El Perfumerías vuelve a su modo apisonadora en España

Se resarció de la derrota en la Euroliga con un destrozo al Gernika, que le deja con pie y medio en la final de la Liga Femenina. Katie Samuelson, intratable.

Entrada a canasta del Gernika
GERNIKA

El Perfumerías Avenida regresó a su rutina en España, a la de arrasar a la mayoría de los rivales que se le ponen enfrente. Tras caer con la cabeza alta ante el inabordable Ekaterimburgo en la pelea por el trono europeo, aplastó al Gernika, en el inicio de las semifinales de la Liga Femenina Endesa. El 55-77 en el primer partido en Maloste deja sentenciado el cruce de cara a la vuelta en el Würzburg. Así que las charras tienen pie y medio en una final en la que miran de reojo a Girona y Valencia, que viajan por el otro lado del cuadro.

David contra Goliat. Era el tercer enfrentamiento entre el cuadro foral y las salmantinas, tras la Supercopa y los dos compromisos de la fase regular. No se les puede pedir más a las pupilas de Mario López, que llevan un año complicado por el azote del COVID recientemente y su desgaste en Europa. Tal vez algo más de intensidad y menos respeto al comienzo. Su acceso a las semis de la Liga Femenina ya fue histórico. Llegar a una cima tan grande como la que propone el Avenida es imposible para un grupo con muchas menos armas. Buena imagen de las moradas, que llegaron hasta donde pudieron. Los 22 puntos de diferencia son más o menos lo que marcaría una báscula si se pone a comparar ambas plantillas.

El guion en partidos tan desiguales siempre es similar: el humilde tiene que tirar de ingenio, barro y mucho espíritu guerrillero. El Lointek intentó poner todo tipo de trabas con defensas cambiantes, zonales e individuales, para romper el ritmo del gran favorito a todo. Su alegría ofensiva siempre está ahí, con fluidez y predisposición a salir al contraataque, pero no es fácil comportarte como te gustaría cuando enfrente hay un muro tan granítico. Menos mal que Silvia Domínguez andaba tocada... volvió a impartir una lección magistral. No se echó en falta a Maite Cazorla, que sufrió un esguince en la Final Four de la Euroliga. 

La teoría de la manta suele emplearse mucho en estos pulsos tan desequilibrados. Proteges los pies y se te enfría la cabeza, o al revés. Mario López pidió pasar los bloqueos por detrás, conceder el tiro con tal de cerrar las penetraciones del Perfu, pero había mucho pasillo hacia la canasta. Ariztimuño no podía contener el uno contra uno de Domínguez, que generaba después de desbordar a su par. Un 0-11 ya fue haciendo camino para el cuadro charro. El ritmo era alto y eso le iba muy bien al equipo de Íñiguez. La base morada pudo resarcirse de la amargura con un triple atravesando toda la pista y anotando en el último segundo del primer cuarto. Fue de las destacadas junto con Arrojo y Lo.

Los ajustes y cambios defensivos incomodaban a las visitantes: 22-25. Pero la conocida presión del Avenida en primera línea le permitió contraataques y bandejas fáciles. La línea de tres también torturaba a las vizcaínas: 1/7 frente a 3/4 cerca del final del primer tiempo. El Gernika iba acusando los golpes, pero no entregaba la cuchara. En la segunda parte tuvo una fase en la que estaban muy estáticas y Mario López les llamó al orden. Se pusieron más verticales.

La diferencia iba camino de los 20. A falta de cuatro minutos, Íñiguez pidió un tiempo muerto por si empezaban a pensar antes de tiempo en la final. "Es nuestro momento, porque estamos preparados. Estamos de puta madre", proclamó. No quería más triples de Bjorklund después de que las locales se pusieran con 54-67. Hayes fue castigada con técnica pero eso aún elevó más el hambre charro. La gran estrella de la tarde fue Katie Samuelson, absolutamente intratable. La final es para ellas casi un hecho. El domingo, la vuelta en Salamanca a las 20:00 horas.