Coosur Real Betis, guiado por Jerome Randle, ganó la final del miedo por alejarse de los puestos de descenso por 82-96, ante un Movistar Estudiantes que acusó la presión y estuvo muy fallón en el lanzamiento exterior. 

La tensión por la importancia del partido, una auténtica final, estuvo presente desde el primer segundo. Los dos entrenadores apostaron por Adams Sola en la defensa sobre James Feldeine y con Pablo Almazán sobre Aleksa Avramovic. 

Tras los primeros momentos de acoplamiento, el Betis comenzó a llevar la iniciativa, ante la nulidad del lanzamiento exterior colegial, y sobre todo tras la entrada en pista de Jerome Randle. 

El triple desapareció en el primer cuarto, con 0-5 para los locales y 1 de 4 para los andaluces en el 11-18 con el que finalizó el primer periodo. 

En el segundo acto, siguió el dominio del Betis que llegó a tener 14 puntos de ventaja, 17-31 (min. 13.30), pero hasta ahí llegó. La vuelta a pista de José Juan Barea y Ángel Delgado revitalizó a un Estudiantes que en los siguientes tres minutos largos firmó un parcial de 13-2, 30-33. 

Un 2+1 de Delgado empató el partido a 35 a falta de 105 segundos para el descanso, en los que el Betis recuperó mínimamente sensaciones y se fue a vestuarios con ventaja, 35-40. 

Estudiantes, un equipo que vive mucho del triple, sólo anotó 1 de los 12 intentos que lanzó, por 3 de 10 del Betis. 

En la vuelta a la pista el Betis lo hizo más centrado, más sólido, ante un Estudiantes que volvió a tener problemas en la anotación y los andaluces recuperaron la decena de puntos de ventaja, 41-51 (m.24.30). 

El trabajo de Youssou Ndoye bajo los aros y la vuelta de Randle volvieron a poner a los madrileños contra las cuerdas, 44-57 (m.26.30), ante la desesperación de Jota Cuspinera que intentaba hacer reaccionar a sus jugadores. 

Con triples agónicos de Barea, Nemanja Djurisic y Edgar Vicedo el Estudiantes mantuvo al menos la puerta de la esperanza abierta e impidió que el Betis rompiera definitivamente el partido. Al final del tercer cuarto, 50-61. 

Estudiantes siguió apostando por la defensa, pero siguió demasiado fallón en ataque, mientras que el Betis, arropado por la ventaja en el marcador, pudo ir mitigando los nervios y dando paso a su baloncesto. 

Vicedo con los triples, 4 de 7 al final, fue la única luz colegial en un partido que se le escapó. El Betis ganó la final del miedo por 82-96.