Naufragio de los Lakers ante los Knicks y un ex, Julius Randle (34)
Los Lakers llegaron bien al duelo del Madison, con victorias y recuperando jugadores, pero cayeron. Julius Randle castigó la voluble rotación interior.
Después de dar la campanada en casa de los Nets, favorito al título, caída ante los Knicks. Los Lakers dejan su viaje a Nueva York con sensaciones encontradas. En el Madison Square Garden cayeron con claridad, 111-96, y eso que recuperaban jugadores. Kyle Kuzma, Wesley Matthews y Marc Gasol volvieron a estar disponibles para Frank Vogel, que esta vez adoleció de falta de flexibilidad para los cambios y, en el caso del español, dejó a replantrear la rotación que utiliza en ausencia de LeBron James y Anthony Davis, aún de baja.
El caso de los pívots fue sangrante. Drummond y Harrell, los que más minutos se llevaron, no son adalides de la defensa. Julius Randle, ex de los Lakers, se lo hizo pagar. El de los Knicks, que ha estado en el All-Star de esta temporada, metió 36 puntos y cargó a sus espaldas el gustoso peso de ganar a los vigentes campeones. Gasol entró, lo hizo realmente bien, pero sólo estuvo cinco minutos en cancha cuando claramente la situación pedía más.
Los Lakers resistirán con su 33-21 en el quinto puesto del Oeste de momento, ayudados porque los Blazers no han jugado en esta jornada y los Mavericks cayeron en Filadelfia. Pero las sensaciones, a pesar de que los Knicks se han puesto las pilas este año, siguen sin ser las mejores.
Empezaron bien los visitantes, con buenas decisiones de Morris para meter en ritmo a Kuzma y con un Horton-Tucker igual de incisivo que su titular, Dennis Schröder. Los locales, precisamente con la buena sintonía entre los exteriores, daban pelea. Burks manejaba más que Quickley y Thibodeau ponía a Rose con otro acompañante en la dirección, lo que dio opciones para que en ataque defenderles fuera un dolor de cabeza. Los estáticos duraban poco, yendo a más velocidad por momentos los de unos Knicks que antes del descanso tomaron realmente el mando para no soltarlo.
Otro ex de los Lakers, Reggie Bullock fue el artífice de la ventaja, ya cercana a los diez, que dio tranquilidad a los Knicks al principio del tercer cuarto. Barrett, que estuvo mucho peor que en los últimos partidos, apareció también en esos minutos y Payton se añadió a esa ecuación. A Randle sólo le quedaría conservar lo que ya tenían.