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ACB | BARCELONA-MADRID

"Pau Gasol podría estar al sol en Miami y va de reto en reto"

Roberto Dueñas, excompañero en el Barça, y Lucio Angulo, rival con el Madrid, recuerdan algunos de los 13 Clásicos que disputó Gasol hace dos décadas.

Madrid-21-06-01.-El ala-pivot del F.C. Barcelona Pau Gasol, besa el trofeo tras conseguir con su equipo el título de Campeón de la Liga ACB, después de vencer al Real Madrid en el tercer partido del Play Off por 84-96 disputado en el Pabellón Raimundo Saporta.EFE /Alberto Martín
ALBERTO MARTINEFE

Pau Gasol debutó con el Barça en enero de 1999 en Cáceres y en el verano de ese año se colgó el oro en el Mundial júnior. Al siguiente curso empezó a acumular minutos y fogonazos, como aquella irrupción con 11 puntos en la segunda parte del duelo de cuartos de Copa ante el Madrid en Vitoria 2000. Arrancaba su meteórica carrera, en la ACB y en los Clásicos, de hecho, apenas era su segundo duelo ante los blancos. Un año y medio después, en el verano de 2001, volaba a la NBA. Entre el 11 de diciembre de 1999 y el 21 de junio de 2001, cuando se despidió del baloncesto europeo tras resquebrajar al Madrid en la final (22 puntos y 37 de valoración en el 3-0), acumuló 13 Clásicos con un protagonismo creciente (balance de 9-4).

"Hubiera ayudado a pagar su cláusula"

Roberto Dueñas lo disfrutó como compañero y Lucio Angulo lo sufrió como rival. El exalero madridista lo recuerda así: “Su evolución fue rapidísima, tenía mucho talento y un físico por desarrollar, pero mentalmente era un privilegiado, entendía el juego. Recuerdo la Copa de Málaga 2001, la de su explosión (25 puntos con 12 de 14 en tiros libres). Preparamos la final sin centrarnos excesivamente en él. Sabíamos que podía botar, rebotear y hacer muchas cosas, pero de la manera en la que las hizo… Cada vez tenía más confianza, igual que le ocurría Navarro. Iturbe era el jugador que Scariolo prefería para defenderle, porque entonces Pau jugaba también de alero. Tres meses después en la final de Liga ya era indefendible, había dado un salto brutal y que se marchara a la NBA, como rival, tuvo algo de liberación, hubiera ayudado a pagar su cláusula (se ríe). ¿Cómo de decisivo puede ser ahora? Su vuelta es algo fantástico, me impacta todo lo que puede hacer. Podría estar tomando el sol en Miami y, tras dos años sin jugar, va de reto en reto”.

Lucio nos recuerda una anécdota en la Selección, en la que después de un roce en la Liga, Imbroda les puso a compartir habitación: “Dejamos las maletas, nos miramos y empezamos a reírnos”.

"Solo había que chincharle un poco..."

Su excompañero Dueñas rememora cómo “a los dos meses”, el fichaje estrella, Rony Seikaly, “se quería ir y Aíto, en vez de traer a otro jugador, apostó por Gasol”. “Los más veteranos tratábamos de ayudarle, también a Navarro, y Pau se empapaba de todo muy rápido, quizá solo había que chincharle un poco para que mantuviera la intensidad. Su nivel fue subiendo según avanzaba la temporada y cuando un rival se encuentra a un jugador así, hasta el punto de que te hace sentir inferior, solo queda felicitarle. Creo que fue lo que le pasó al Madrid ese año, como me ha pasado a mí otras veces estando en el bando contrario”.

Una jugada que marca una carrera

Dueñas fue el receptor de la jugada que el propio Gasol elige como su favorita en su carrera en España, una de campo a campo en su último Clásico antes de irse a la NBA. La acción la inicia en pista defensiva, a 20 metros del aro, con un quiebro con cambio de dirección sobre la defensa de Marko Milic, un alero muy atlético, y luego la continúa con una gran carrera, otro amago y un pase preciso a toda velocidad para el mate de Dueñas con Zidek y Djordjevic desbordados. “Midiendo 2,15 y mostrando semejante coordinación, rapidez y manejo de balón no me extraña que dejara con la boca abierta a la gente, aunque nosotros en los entrenamientos estábamos acostumbrados a ver esas cosas”, recuerda Dueñas.

El pívot cree que 20 años después Gasol puede desquitarse en Europa: “En 2001 ganamos Copa y Liga y en la Euroliga nos eliminó el Benetton porque Pau estuvo un mes de baja por apendicitis. Con las cartas boca arriba es fácil decirlo, pero viendo su nivel hubiéramos podido ganar el título. Ahora, 20 años después, puede desquitarse. Si el pie le aguanta, aportará cosas muy importantes al equipo que le hagan ser igualmente decisivo a su manera”.