¿Qué fue de Roberto Dueñas? El gigante al que eligieron los Bulls de Jordan
"Ahora me siento feliz en la Escuela del Barcelona", dice el expívot (2,21), que desde hace cuatro años trabaja con niños de 4 a 12 años.
Roberto Dueñas tiene 44 años y hace casi 13 que dejó el baloncesto en activo, pero ha seguido ligado a él. Una década en el Barça le encumbró en la élite del baloncesto español. Lo ganó todo como azulgrana, pero ahora se siente feliz con su trabajo en la Escuela de Basket del Barça. "Siempre que haya relación entre deporte y los más jóvenes allí estaré, porque las actividades como ésta siempre son positivas para los niños".
"Yo nací en Madrid capital y a las pocas semanas mis padres se fueron a vivir a Móstoles, donde estuve hasta los 13 o 14 años. Y después a Fuenlabrada hasta los 18. En ese momento me vine a Barcelona". A los 11 años se le diagnosticó una acromegalia, una alteración que consiste en la secreción excesiva de la hormona somatotropa que lleva al gigantismo y que incluso puede ser mortal. Le operaron en el hospital Gregorio Marañón de Madrid y merced a un gran trabajo de desarrollo físico y con una técnica innata salió adelante.
Aunque llegó a jugar de portero y practicar natación, un profesor de educación física del colegio de Móstoles le fichó para el equipo juvenil (1992-1993). Algo que no se conoce mucho es que Dueñas pudo haber jugado en el Madrid y no en el Barça. "Aún estaba en Móstoles o ya había fichado por el Fuenlabrada, no lo recuerdo, y mi padre me llevó a hacer unas pruebas en el Real Madrid", explica. "Fui a la Ciudad Deportiva y estuve toda una mañana pasando pruebas. En aquella época era normal que a final de temporada se hiciese lo que se llamaba 'Operación Altura', pero no me cogieron", indica.
Con 17 años llegaría su curioso fichaje por el Fuenlabrada. "Jugaba en el juvenil del Móstoles, pero ya vivía en Fuenlabrada. Por las mañanas iba al colegio a Móstoles y cogía el autobús que me dejaba justo delante. Un día alguien le dijo a Miguel Ángel Fernández, técnico de base del Fuenlabrada, que habían visto a un chico muy alto en la parada de Fuenlabrada".
"Vino a hablar conmigo, pero la primera vez yo ya no estaba, porque había subido al autobús. Aun así estuvo dos o tres días yendo a la parada para verme. Al final, coincidió conmigo y me preguntó si jugaba. Yo llevaba un par de meses jugando en Móstoles, pero a mí, evidentemente, me venía mejor jugar donde vivía". El Fuenlabrada logró hacerse con Dueñas a cambio de material deportivo.
Entonces ya media 2,18 metros y al Barça le llamó la atención. Juan Llaneza negoció con el club fuenlabreño y aunque los azulgrana le ficharon le permitieron estar un año más allí. En la temporada 1995-1996 vino a Barcelona, jugando esa campaña en el CB Cornellà, equipo vinculado de la Liga EBA a las órdenes de Agustín Cuesta.
El 17 de diciembre de 1995 debutaba en la Liga ACB en la pista del Gran Canaria (64-89) y jugaba su último encuentro con la camiseta azulgrana el 30 de enero de 2005, en la pista del Caja San Fernando (70-67). Entre uno y otro ganó 6 Ligas, 2 Copas del Rey, 1 Euroliga y 1 Copa Korac.
En el 2003, entrenado por Svetislav Pesic, ganaba la Euroliga por primera vez para el club. Para él, "ese título fue especial". "Lo especial para mí fue la época que viví en Barça (1995-2005), ya no por los títulos que gané, sino a nivel personal porque allí me formé como persona, como ser humano y crecí deportivamente. Siempre le estaré eternamente agradecido al club".
"El 2003 fue el año perfecto: lo ganamos todo (Liga, Copa y Euroliga). Esa temporada la tengo grabada porque ni en mis mejores sueños hubiese pensado ganar la Euroliga en Barcelona", señala. Al final de la temporada 2004-2005 dejaba el Barça y fichaba con el Akasvayu Girona (2005-2006). En su segunda temporada le cortaron en octubre (2006), para fichar por el Joventut en noviembre. Jugaría su último encuentro en la liga ACB el 28 de abril de 2007, con 1:45, curiosamente en la pista del Fuenlabrada.
Se retiró con 31 años debido a sus problemas de espalda. "Hay gente que intenta alargar al máximo su carrera y yo lo hubiera intentado, pero físicamente para mí era muy frustrante el hecho de no jugar al nivel que yo había jugado. Me daba cuenta en la pista de que no podía y mi cabeza me funcionaba bien, pero mi cuerpo ya no".
"Mi última temporada en el Joventut" -revela- fue un suplicio, no estaba bien. El año anterior me había operado de la espalda y decidí que lo más honesto y sincero conmigo mismo era retirarme porque incluso entrenando no podía casi ni saltar; era una impotencia tremenda".
"Si jugué en la Penya fue por la motivación de volver a estar con Aíto García Reneses porque me había ayudado bastante en mi carrera, pero había estado cuatro meses casi sin entrenar el año anterior en el Akasvayu y eso me perjudicó muchísimo. Cuando llegué al Joventut ya no estaba bien", concluye.
El 8 de julio de 2007 anunciaba su retirada de las pistas y su dorsal con el número 12 fue retirado el 4 de noviembre de 2007 y colocada en lo alto del Palau, donde está junto a los de Juan Carlos Navarro, Epi, Solozábal y Andrés Jiménez
Afirma que se queda con "el cariño y el afecto" que siempre recibió de la gente desde que llegó a Barcelona. "Para mí ha sido lo que más he valorado y lo más importante porque me sentí muy a gusto y muy querido y hay muy pocos jugadores que puedan decir que han estado diez años en el Barça"
La NBA de ida y vuelta
Le eligeron Chicago Bulls en la segunda ronda (nº 58) del Draft de la NBA de 1997. En octubre de ese año, en el Open McDonalds de París estaban el Barça y los Chicago Bulls, que lo ganaron y Michael Jordan fue el MVP. Jerry Krause, mánager general de los Bulls, le invitó a Chicago para asistir a los playoffs y las finales de la NBA
"Al ser elegido en segunda ronda tenía el mínimo garantizado. En ese momento yo tenía contrato con el Barça y estaba muy bien en Barcelona. Estuve 24 días en Chicago, pero el estilo de vida era muy diferente al mío, yo era muy hogareño y valoraba mucho el entorno que tenía aquí y preferí quedarme. Además, en aquella época, pocos jugadores de España iban a la NBA, solo había jugado Fernando Martín (1986-1987)".
"Nunca hablé con Michel Jordan, a mí me presentaron a Bill Cartwright, el segundo entrenador, visité todas las instalaciones del United Center, vi cómo entrenaban y a Jordan jugando los partidos desde las gradas, poco más", incide.
El carné de conducir y las entrevistas
"Me saque el carné en el año 2000, con 25 años y casi fue por aclamación popular. Estaba harto de que la gente me dijera porque iba en autobús o en metro, algo que hacia encantado. Me lo saqué para que me dejasen tranquilo de una vez. Reconozco, y es evidente, que después estuve encantado de tener coche".
"Nunca, ni cuando era jugador, me gustaban las entrevistas.Como ahora no tengo ninguna obligación de hacerlas, no las hago, excepto por algo puntual. Entiendo que cuando jugaba tenía una repercusión y como profesional sabes que la prensa y todo eso forma parte del tinglado. Cuando dejé de jugar era consciente de que ya no era noticia y que, deportivamente, ya no soy nadie,"
La Escuela de Basket del Barcelona: su mayor logro
Cuando dejó de jugar empezó con el baloncesto formativo, haciendo bastante tecnificación con los niños de cantera. Después estuvo cuatro años en La Masia azulgrana con temas de tutoría y otras cosas que no tenían que ver con baloncesto.
"Hace cuatro años me preguntaron por qué no existía en el Barça una Escuela de Baloncesto cuando en el fútbol había y hacia muchos años que funcionaba, —lo que hoy es la Barça Academy— y me ofrecieron ayudar a implantarla. Empezamos de cero y, la verdad, es que ya hacía muchos años que Joan Montes lo había intentado, pero entonces no tiró adelante".
"Así que llevo cuatro años dedicándome solo a la Escuela, Nacho Solozábal también está en ella, y este año hemos llegado a 180 niños desde 4 a 12 años y está montada un poco como de iniciación al baloncesto, no hay ningún requisito para entrar más allá de la capacidad de plazas y este año ha estado completa".
Está distribuida en dos turnos: lunes-miércoles y martes-jueves. No compiten a nivel federado, pero sí que lo hacen en una liga interna y también juegan partidos amistosos con colegios y diferentes escuelas. Además hay otras muchas actividades.
No oculta que es un proyecto que le gusta mucho. "Me lo paso muy bien. Además, yo siempre he sido un poco romántico y pienso que eso es lo que le faltaba un poco a la cantera del Barça. Ya hemos pasado chicos de la Escuela al de baloncesto formativo".
Su mayor sueño en esta faceta es que "un niño que hubiese cubierto todas las etapas, desde que llega a los cuatro años, pasando por todas las categorías de cantera y el Barça 'B' pudiese llegar al primer equipo". " Es algo cada día más difícil y si no es así, que al menos se pudiese dedicar profesionalmente al baloncesto".