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NBA | ROCKETS 115 - PELICANS 122

Lonzo Ball y Willy Hernangómez ven un rayo de luz en los Pelicans

Victoria balsámica en Houston. Sin Zion, Ingram, Hart y Adams otros pudieron destacar, como fue el caso de Lonzo y Willy. Aún tienen a tiro los 'playoffs'.

Lonzo Ball y Willy Hernangómez ven un rayo de luz en los Pelicans
Bob LeveyAFP

Tocó noche de retales en la Conferencia Oeste. Los Pelicans visitaron a los Rockets, un equipo que se ha dado por vencido pese al pequeño impulso que parecieron tomar al irse James Harden. Los de Luisiana llegaron con lo puesto, con varias bajas importantes. Zion Williamson y Brandon Ingram, las dos referencias ofensivas, y Josh Hart, suplente de calidad, estaban fuera para este compromiso. Tocaba dar paso a otros protagonistas, pero con un yunque encima de las cabezas de los jugadores visitantes: allí, por la circunstancia del rival y no tanto la propia, no se podía perder. Aguantaron el pulso al partido y se llevaron la victoria por 115-122. Esto les permite respirar y seguir afrontando su lucha por entrar entre los ocho primeros con esperanza. 

Esta jornada ha sido un pequeño espaldarazo para dos jugadores de los Pelicans, dos hombres con el futuro en la NBA muy presente y sabedores de lo bien que tienen que hacerlo en los últimos partidos de la temporada si quieren cazar un buen contrato en verano.

Lonzo Ball fue el mejor jugador de los Pelicans, vencedores esta noche. El base terminó con 27 puntos, 9 asistencias y 4 rebotes, estando algo más inconsistente al a hora de retener la posesión (6 pérdidas). Las sensaciones también cuentan y tener al lado a Bledsoe y ser él el que claramente tiró del carro de su equipo es una doble victoria, aunque sea en la moral de un jugador con ella mellada desde que pisó la NBA por primera vez. Ball, para nada experto en el tiro, enchufó ocho triples en quince intentos, otro punto positivísimo para su confianza. En agosto será agente libre y lo que ha arrastrado en los últimos tiempos no ha jugado a favor de que pueda alcanzar un estándar económico a la calidad que sí tiene y le cuesta demostrar. 

Willy Hernangómez fue el suplente más activo de los Pelicans. Enfrente estuvo un Kelly Olynyk que sumó 26 puntos, pero el español acabó en positivo y supo contener mejor al peligroso Christian Wood de lo que lo hicieron sus compañeros titulares. Por la configuración de la noche Van Gundy optó por meter a Adams y Hayes, dos pívots del mismo perfil, juntos en la alineación inicial, pero tuvo que ir adaptándose a lo que pedía la noche. El trabajo del español fue notable, casi impecable: 7/7 en tiros de campo y sólo un fallo en el tiro libre, 15 puntos y 12 rebotes en 26 minutos de juego. Para él es clave pelear por el puesto de segundo pívot, sea cual sea su idea para el próximo año. Seguir sumando exposición pública, porque está cumpliendo en la mayoría de encuentros en los que la tiene, será importante para tener una nueva oportunidad de seguir en la Liga cuando los equipos ofrezcan nuevos contratos. 

Después de ganar una ventaja ya de una decena de puntos en el primer cuarto e irse con ella al descanso, peligro. Los texanos salieron con otro ímpetu en la segunda mitad, con ganas de ganar el encuentro aunque fuera por vergüenza torera. De los últimos veinte partidos sólo se han llevado dos a la saca. Los Rockets llegaron incluso ganando al último periodo. Con Willy en cancha empezaron la remontada y ya con cinco minutos en el reloj parecía que controlaban la situación. Un triple de Ball a 2:20 dejó ya demasiado tocados a los de Silas. 

Isaiah Thomas no pudo debutar por tener que cumplir con los protocolos de prevención del coronavirus y otra mala noticia en lo físico para los Pels fue la lesión de Nickeil Alexander-Walker, que se retiró en el segundo cuarto y no volvió. Buena actuación de James Johnson, como titular y llegando hasta los 18 puntos, tras salir de los Mavericks en el mes de marzo.