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FINALIZADO

ACB | MADRID-GIPUZKOA

Marcelo Nicola, el técnico de la mala suerte

El argentino tuvo que subir con el Gipuzkoa en los despachos, pasó la COVID, se le lesionó su estrella Echenique y ahora es colista. Su buena estrella como jugador se quebró.

Nicola, en el Gasca
AMAIA ZABALODIARIO AS

Marcelo Nicola fue una de las perlas que abrieron camino en el Baskonia cuando comenzó la búsqueda del club vitoriano por las canteras argentinas. En el Buesa mostró una clase infinita y luego siguió desarrollándola en equipos europeos de mucho prestigio como Panathinaikos, Barça, Benetton y Siena. Un adelantado a su tiempo como 'cuatro' tirador, aunque quizá es el eslabón perdido que precedió a la generación dorada de la 'albiceleste'. Ahora dirige más modestamente al Gipuzkoa, colista de la ACB y principal candidato al descenso. Es el técnico de la mala suerte, de los imposibles; su constante en Illunbe ha sido lograr lo que nadie esperaba, con el denominador común de la precariedad.

Su currículo brillante como baloncestista arranca en Vitoria, en la época que es el origen de los títulos que se han ido ganando después y que se une a un paso por la selección argentina en dos Mundiales y los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.

Pero una vez que colgó las botas, las cosas no fueron tan de color de rosa. En Murcia ascendió al puesto de entrenador jefe cuando cesaron a Quintana y lo hizo bien, mantuvo al equipo, pero no le dieron las riendas al año siguiente. "Hice lo máximo posible –rememora-. Recuperamos al equipo. Lo cogí en posiciones de descenso y nos salvamos matemáticamente faltando tres partidos. Con cinco ya se veía que estábamos cerca. Me quedé satisfecho del trabajo que desarrollamos, y decepcionado por no haber seguido. Me habría gustado, había pasado dos años allí y era el momento de haber podido construir la plantilla para el año siguiente, pero el club no me ofreció continuar y quería cambiar al conductor del proyecto".

Así que hizo las maletas y probó como primer entrenador en el Lietuvos Rytas y, hace dos temporadas, en Forli. Luego llegó la etapa en Donostia. Cogió al Gipuzkoa la temporada pasada en la LEB. Y aquí ha cubierto un máster de supervivencia. "Quedamos un día y escribes un libro", se ríe. Vamos por capítulos. "El año pasado hicimos un proyecto en LEB empezando de cero, cambiando todo el equipo, con once nuevos. Todos menos dos chicos que habían estado en el pasado y volvían. El único que repetía era Oroz, que salió media temporada anterior. Hicimos un gran trabajo al acoplar a todos, muchos de ellos extranjeros; el grupo humano fue fantástico y se puso a disposición rápidamente", relata el preparador argentino. Lograron la Copa Princesa en Valladolid y cuando mejor estaban, llegó la pandemia "y vuelta a empezar". Se suspendió la competición definitivamente. Entonces vino una larga reclamación a la ACB y el asunto acabó resolviéndose por vía jurídica, con un auto de un juez. "Lo pedíamos por derecho propio porque estábamos primeros cuando se suspendió la Liga", sostiene Nicola.

Plantilla a la carrera

Tras recibir la confirmación, llegó el momento de montar una plantilla precipitadamente en diez días, cuando todos iban cerrando ya su pretemporada. "Con un presupuesto muy reducido, construimos todo lo mejor que pudimos. Cuando haces las cosas así tienes muchas apuestas y estas a veces salen bien, y otras mal; hay que corregir sobre la marcha, pero tampoco teníamos mucho margen de maniobra en el año". El equipo iba arrancando y llegó la grave lesión de rodilla de su estrella, Echenique. "Como suele decirse, te crecen los enanos en el circo pero ahí estamos con opciones hasta el final", se revuelve el entrenador de Rafaela, que en mayo cumple medio siglo de vida.

A Nicola toda esa fortuna de su etapa de jugador se le ha vuelto espinas con la pizarra. Nadie olvida aquella terrorífica caída en las semifinales de la Copa del 94 ante el Estudiantes. Tras asistencia de Laso, machacó y se precipitó al parqué en mala postura, con la cabeza golpeando el suelo. Todos quedaron estremecidos al ser retirado en camilla. Pero por fortuna no tuvo consecuencias. "Jugamos a los pocos días. Eso fue el sábado y el jueves me encontré en una situación idéntica, una carrera en contraataque y no me lo pensé, fui al por el mate –relata valiente-. Hay cosas que si no te quitas el miedo de encima luego te queda grabado y muy marcado". Así que resume que como jugador alcanzó "muchas cosas muy bonitas en grandes sitios consiguiendo logros que me hicieron muy feliz y compensaron mi esfuerzo". Por aquel milagro Manel Comas llegó a decir que Marcelo tenía "ángel".

Eso sí, como pívot ya sintió un avance de la penuria que le ha venido después con la pizarra. Fue un duro zarpazo. En los Juegos de Atlanta se salió ante el Dream Team de Estados Unidos y se rompió la rodilla. "Una fatalidad". Eso le cortó de cuajo la posibilidad de cumplir su gran sueño de ir a la NBA. Herb Brown llegó a declarar que Krause, el supergeneral mánager de los Bulls, le había preguntado por el 'cuatro' argentino y le estuvo siguiendo, pero él no es consciente de eso. "Por entonces no había tanta actividad en internet ni redes sociales como ahora. La NBA parecía estar muy lejos comunicativamente y físicamente. Ahora en los partidos hay diez o doce espías de allí. Por entonces si te seguían era muy sonado, yo no me enteraba de mucho, me eligió Houston y vino a verme Tomjanovich. Luego traspasaron los derechos a Portland, pude probar allí, pero la posibilidad real de un contrato nunca estuvo sobre la mesa. Era complicado, porque tenía un contrato muy largo en Vitoria. Cuando veía las cosas más reales, me lesioné la rodilla en los Juegos Atlanta". Su retirada se debió a las lesiones, por consejo médico, pese a que tenía ya 35 años.

De su etapa en Vitoria dice la leyenda urbana que no se llevó del todo bien con Laso, que le llegó a gritar al actual técnico del Madrid en una ocasión: "Pásame la bola enano", y el base ni corto ni perezoso le contestó: "Mira Marcelo, te voy a decir una cosa... si tú tuvieras mi cuerpo serías oficinista, y si yo tuviera tu cuerpo estaría ahora mismo jugando en la NBA". Nicola ni confirma ni desmiente este extremo, pero sí niega que hubiera mal rollo. "Tenemos muy buena relación, su trayectoria es excelente y que sea de tantos años con la presión que tiene el Madrid, demuestra su capacidad como entrenador y manejador de grupos. Un entrenador siempre está en el filo de la navaja y es complicado encontrar proyectos donde haya continuidad. Si lo hay en el Madrid es porque Pablo se lo ha ganado todo el tiempo".

Partido ante el Madrid

El Acunsa viene de una dura derrota en casa ante el Obradoiro, que le ha dejado cerrando la clasificación en solitario con seis triunfos en 26 partidos. "Seguimos con el convencimiento de que hay que seguir hasta el final, debemos continuar luchando. No queda otra, los sabíamos desde el principio, esto no se ha acabado. Siempre lo he promulgado: no se puede mirar más allá del próximo partido", resume el entrenador. Nada se interpone en el camino del hombre de los imposibles, ni todo un líder en las antípodas con 20 triunfos más y una sola derrota en toda la campaña ACB, "El Madrid es un equipo muy completo, con muchos jugadores que vienen de una semana dura por los dos partidos de Euroliga, pero tienen mucho talento, habrá que estar preparados para luchar e ir sin miedo".

La salida de su compatriota Campazzo se ha notado en el conjunto blanco, "ha sido un golpe importante, en dos años se les ha ido Doncic y después el Facu, dos bases de los mejores a nivel europeo, con una grandísima trayectoria; el equipo se quedó un poco descompensado. Alocén es joven pero aún tiene que madurar y hacerlo en un equipo con la exigencia del Madrid, es difícil, lo tienes que hacer a marchas forzadas", finaliza Nicola, para rematar con nuevas flores a Laso: "Es mérito de Pablo competir con lesiones, rotaciones, bajas, salidas... han sido muy inteligentes al mantener el bloque de jugadores que se identifican con el club y el equipo. La continuidad de Pablo da solidez y también la de jugadores como Llull, Rudy, Carroll, Thompkins, Taylor… eso hace que el grupo sea sólido".

CLASIFICACIÓN

Clasificación PT PJ PG PP
Clasificación PT PJ PG PP

PLANTILLAS

Pos. Altura Edad
6 A 200 28
12 B 189 23
1 A 195 37
9 AP 204 44
14 A 200 29
20 E 188 41
44 A 201 35
8 B 188 34
5 A 196 39
23 E 190 36
33 AP 208 34
11 AP 207 21
16 P 201 22
22 P 221 32
Pos. Altura Edad
0 E 30
8 AP 202 25
26 P 27
6 E 190 31
1 E 31
14 E 202 31
3 B 35
9 E 193 31
19 AP 200 35
2 P 214 27
11 P 211 31
7 E 192 28