NBA | NETS 112 - TIMBERWOLVES 107

Irving y Harden pasan el trago ante unos peleones Wolves

A los Nets, que tenían el partido controlado, se les atragantó el final. Los Timberwolves, con los dos españoles flojos pero con un gran Towns, lo pelearon.

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Nets - Timberwolves
Andy Marlin USA TODAY SPORTS

Buen partido de los Timberwolves ante un toro de los de las ganaderías de calidad. El rey de la fiesta, incluso. Los Nets tuvieron que sudar para llevarse la victoria ante un rival que es el farolillo rojo de la conferencia contraria y ha tirado la temporada hace rato. Antes de que vuelva Kevin Durant y de que llegue LaMarcus Aldridge quieren seguir amarrando partidos y éste fue así como lo sacaron adelantando, apretando y cogiéndolo de la pechera porque se les escapaba. Los de Brooklyn quedaron por delante, 112-107, ante un rival meritorio que ya juega con poca presión. La mala actuación de los españoles Ricky Rubio y Juancho Hernangómez no minó en exceso a los suyos, que pelearon por ganar hasta el minuto final.

Ya pusieron el pie en el acelerador los locales nada más empezar. Sobre todo con Irving, también con apariciones de Harden. Los Wolves aguantaron el tipo unos minutos y empezaron a sufrir antes de acabar el primer cuarto, que ya dejaba una diferencia de doce en el marcador que parecía poco halagüeña. Un pequeño tirón de Beasley y Edwards no acabó con la ventaja, que se volvió a situar en los doce a cuatro minutos para el descanso. La distancia se mantenía pese a que Towns ya se mostraba como una fuerza a tener en cuenta, no sólo por sus jugadas en el poste sino por lo que podía generar si Green no era el que le defendía por fuera. 

El partido volvió a cambiar de nivel tras el paso por los vestuarios. Laxitud a la hora de defender por parte de los locales y sorpresa. A cuatro se pusieron los Wolves con aparente facilidad. Harden se vio obligado a actuar y a pegar otro tirón, pero la imagen era mala. Minnesota tenía vía libre para tirar por fuera y además se pegaba arriba y abajo para ganar los balones sueltos. La calidad del barbudo base de los Nets hizo que la distancia creciera de nuevo, hasta los trece en esta ocasión, pero era un espejismo. Tardaron en verse en problemas, pero los tuvieron. La brega de Towns hizo efecto y contagió a sus compañeros. Se pusieron a uno. Edwards falló el adicional de una jugada con falta y luego una acción en aclarado para primero empatar y luego ganar el encuentro en el último minuto, con Malik Beasley errando el tiro que les daba opción a la prórroga con posterioridad.