NBA | TIMBERWOLVES 107 - ROCKETS 101

Un parcial matador y un Juancho motivado dan un alegrón a Minny

Horror, una jornada más, para los Rockets. Lo aprovecharon en Minnesota. Parcial de 22-0 para ganar. Excepcional respuesta de Hernangómez.

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Juancho Hernangómez
Hannah Foslien AFP

Alegría sostenida en Minnesota. Tocó cara esta vez, aunque de qué forma. Aprovechándose de otro de los peores equipos de la NBA, Houston, y salvando los muebles. Un parcial final de 22-0 después de ir perdiendo por hasta 19 puntos dio la victoria a los Timberwolves en su casa ante los Rockets, más hundidos que nunca. Ya no hay aspiraciones en estos dos equipos, pero por lo menos en uno de ellos tiraron de casta y pegaron un apretón cual galgo para adjudicarse la victoria. 

Los de Finch tuvieron en Karl-Anthony Towns a su máximo anotador: 29 puntos, unidos a 16 rebotes y 8 asistencias. Pero sus porcentajes distaron mucho de lo que se conoce como un partido acertado. Tampoco estuvo nada bien Ricky Rubio, que falló los siete tiros que intentó (aunque sí atinó en la dirección durante el tramo final). El español Juancho Hernangómez sí jugó bien, terminando con 19+9 y dando recorrido a una buena tendencia en los últimos días: 36 tantos en los dos últimos partidos, aún sin llegar a su tope esta temporada (25, ante 'sus' Nuggets en enero) pero con mejores sensaciones en la rotación. Christian Wood metió 24 puntos, John Wall sumó 15 asistencias y Ben McLemore aportó 7 triples, todo ello inútil viendo el estacazo del final del partido. Silas se mostró "disgustado" en la rueda de prensa posterior: sólo han ganado un partido en el último mes. 

Con el arreón de 22-0 los Wolves dejaron en sólo 10 puntos a los Rockets en el último cuarto, otro golpe fuerte a la confianza de un equipo ya piensa en jugar para pasar el rato y poco más. Las aspiraciones eran pocas al entrar en el cierre del mercado de traspasos, dando también a Oladipo, y se confirman con despiporres como el presenciado en el Target Center. 

El conjunto texano abrió la brecha antes del descanso, apoyándose en un más que decente porcentaje en tiros. Estaban sin los nuevos jugadores pero dando un buen nivel, hasta que la máquina se paró. 

Los últimos minutos fueron un verdadero esperpento para el espectador. De veras. Aunque el aficionado sea del equipo local. Buen trabajo el suyo para salvar el partido, pero menudo espectáculo el dado.