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NBA | SUNS 111 - LAKERS 94

Booker, Ayton y Paul castigan a los primeros Lakers post LeBron

Los Lakers se estrenan tras la preocupante lesión de LeBron y la lógica se impone: derrota clara ante los Suns. Los angelinos tienen la mirada puesta en el calendario.

Devin Booker, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Phoenix Suns y a Portland Trail Blazers.
Devin Booker, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Phoenix Suns y a Portland Trail Blazers.Phoenix Suns

Empieza el sufrimiento. A los Lakers, sin LeBron James, les toca apretar y sacar todo lo que puedan hasta que vuelva su estrella, al igual que Anthony Davis. Será una tarea ardua y dificultosa para un equipo preparado para rodear a sus referencias, pero no tanto para jugar sin ellas. Los tiempos de recuperación y la capacidad de resiliencia del conjunto dirigido por Frank Vogel, serán claves para poder resistir en un ultracompetitivo Oeste, gestonar bien el que sigue siendo el tercer mejor récord de la Conferencia y no hundirse tanto como para que peligre la opción de llegar a los playoffs sin tener que disputar el incómodo play-in. De una forma u otra, la revolución está servida en el Oeste, y todas las tornas han cambiado con la lesión del Rey. Es más, si los Lakers bajan mucho (que es posible), Jazz, Suns o Clippers podrían cruzarse con ellos en primera ronda, ya con LeBron y Davis rondando por ahí. Y eso, claro, no lo quiere nadie.

Ante los Suns, la lógica se impuso de una manera aplastante. Los Lakers llegaban con LeBron en la expedición, pero con pocas expectativas, la necesidad de reformular el plan para la propia supervivencia y un calendario nada favorable que, después de visitar Phoenix, incluye a unos necesitados Pelicans fuera de casa, un encuentro ante los Sixers, dos partidos accesibles (Cavaliers y Magic) y los Bucks, ya dentro de abril. Como salgan los angelinos de estos choques podrá marcar el devenir de un mes, el cuarto del año, que se puede hacer muy largo para los de Vogel o llenarles de optimismo, según el juego que hayan desarrollado hasta entonces y la capacidad que tengan para poder competir (hoy lo han hecho a medias) sin LeBron ni Davis. Marc Gasol por cierto, sigue sin jugar, pero está muy cerca de volver a la rotación, y su veteranía será clave para mantener al grupo focalizado y centrado en seguir sumando hasta que lleguen las estrellas. Algo que nadie sabe cuándo ni cómo sucederá.

En Arizona, los angelinos ya iban 15 abajo al descanso (59-44), y los locales se dedicaron a administrar la ventaja durante la segunda mitad. Los Lakers se acercaron, pero no lo suficiente para meter el miedo en el cuerpo a un equipo compensado y que defiende con uñas y dientes el segundo puesto del Oeste mientras mira de reojo al primero, en el que siguen unos Jazz que ya no parecen tan inmortales. Chris Paul estuvo mal en el tiro (3 de 11), pero consiguió un triple-doble de 11 puntos, 10 rebotes y 13 asistencias, además de 3 robos. Estuvo acompañado de Devin Booker, que se fue a 26 puntos y 9 rebotes (con 4 asistencias), y de DeAndre Ayton, que anotó otros 26, con 8 rechaces. Los Suns no tiraron bien desde el exterior (un 28,1%), pero se hicieron fuertes en el rebote (51, 10 más que los Lakers) y tuvieron un juego increíblemente colaborativo en el que repartieron hasta 30 asistencias, nueve más que los angelinos. Mikal Bridges y Jae Crowder, por cierto, también superaron la decena de puntos, algo que hizo el quinteto inicial de los Suns al completo.

Los Lakers, sin LeBron, tuvieron de todo, aunque no suficiente. Dennis Schröder anotó 22 puntos en una buena serie de tiro (8 de 14), Montrezl Harrell consiguió un doble-doble de 23+10 desde el banquillo, Kyle Kuzma estuvo mal en el lanzamiento (5 de 16), pero hizo un poco de todo (13+6+6), y Talen Horton-Tucker aportó 17 puntos, aunque tampoco tiró especialmente bien (6 de 16). La regularidad en el triple (apenas 5 de 25 esta noche) será clave para seguir sumando partidos, aunque esto es una derrota asumible si tenemos en cuenta que se ha producido ante un equipo de dinámica ascendente que oposita, además, al liderato del Oeste y tiene un equipo compensado que le convierte en aspirante. Los Lakers respiran con las derrotas de Nuggets y Blazers, sus inmediatos perseguidores, y miran al calendario mientras hacen piña y buscan la manera de ganar sin LeBron James y Anthony Davis. Algo que, ya se sabe, no es fácil. Ni para ellos ni para nadie. Solo faltaba que lo fuera.