Primer bombazo en el Madness: el 95% de los brackets, destrozados

Así es el torneo de la NCAA, el March Madness, el gran baile que tiene en vilo a Estados Unidos cada mes de marzo desde 1939 y con la única excepción de la pasada temporada, cuando la pandemia, que acababa de reventar en todo el planeta, obligó a cancelar la edición de 2020. Este año se juega en Indianápolis, en semiburbuja,un entorno controlado y público muy limitado; sin la marabunta social, el latido que suele dar vida a un torneo que es de las aficiones… y de las apuestas. Los famosos brackets, esos con los que lograr uno perfecto, según los estadistas, es más difícil (cruce a cruce hasta la gran final) que ganar dos veces seguidas la principal lotería anual del país comprando solo un décimo al año: hay una posibilidad entre 9,2 quintillones.

Y la razón por la que no hay manera, es prácticamente imposible, ya la hemos vuelto a comprobar, en 2021, a las primeras de cambio. En primera ronda, Oral Roberts fulminó a Ohio State. Es decir, un número 2 eliminado por el número 15 de su lado del cuadro, el Sur. De la final de la Big Ten a un costalazo para la historia negra de los Buckeyes, sorprendidos (72-75) por un equipo que no ganaba un partido en el cuadro principal del torneo desde 1974. A nivel de las apuestas, de los brackets, ¿qué significa esta sorpresa? Pues si se toma como ejemplo el multitudinario ámbito de ESPN, con casi 14 millones de brackets rellenados, un descalabro que ha mandado al garete las opciones de perfección de casi todos: el 95% habían puesto como ganador a Ohio State, que partía con un margen de victoria de 16 puntos para los apostantes. La mayor sorpresa desde que UMBC ganó a Virginia, cabeza de serie, en 2018, a pesar de un -20,5 de partida. Y la octava mayor desde 1985. Así se las gasta el March Madness.

Oral Roberts ganó con 29 puntos de Max Abmas (máximo anotador nacional) y 30 y 11 rebotes de Kevin Obanor. En los Buckeyes, Justin Ahrens y Duane Washington Jr fallaron triples para forzar la prórroga.

La noche de cuchillos largos no acabó ahí en ese lado Sur del cuadro. Purdue (seed 4) tenía un 88% de papeletas de ganar a North Texas (puesto 13), que jamás había sumado un triunfo en el torneo, en el colosal Lucas Oil Stadium de los Colts (NFL). La sorpresa de The Mean Green (69-78) llegó de la mano de Javion Hamlet, un senior que no recibió ni una oferta de universidades de Division I y que brilló con 24 puntos en 43 minutos, incluida una prórroga que habían forzado entre Jaden Ivey (26 puntos) y Trevion Williams (14 y 13 rebotes).

También destacó, más por las formas que por el fondo (54%-46% a favor del derrotado en las apuestas en este caso), el desastre de North Carolina (seed 8) ante los Badgers de Wisconsin, un seed 9 que se impuso por 62-85 a los Tar Heels, otro mejor clasificado fulminado en el Sur. Su entrenador, el legendario Roy Williams, no había perdido nunca en primera ronda. Sumaba un 29-0 inmaculado antes de esta estrepitosa derrota.