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NBA | BLAZERS 125 - MAVERICKS 119

Doncic (38+9+9) se queda muy solo contra Lillard y McCollum

Los Mavericks pierden una buena ocasión en un muy mal último cuarto y ven ya lejos en la clasificación a los Blazers. Susto de Lillard y partidazo de CJ McCollum.

Doncic (38+9+9) se queda muy solo contra Lillard y McCollum
Steph ChambersAFP

Tienen su morbo los duelos Damian Lillard-Luka Doncic . O más bien sencillamente su alto interés: la presencia de dos jugadores capaces de hacer cosas increíbles, cara a cara. En el último All Star, Doncic le quitó el puesto de titular a Lillard, algo que ni tiene mayor importancia ni a lo que ninguno de los dos se la dio. De hecho, Doncic, de hecho, admitió que el de los Blazers era merecedor de esa distinción por delante de él. El caso, más allá de eso, es que además Blazers y Mavericks se mueven en esas aguas pantanosas del Oeste de las que algunos saldrán pegados a los favoritos (Lakers, Clippers, por ahora Jazz…) y otro se verán condenados al play in. En ese asunto práctico, e importante, los Blazers han sido por ahora más que los Mavericks (2-0 además en duelos directos), y este 125-119 los deja en 25-16 por el 21-19 de los texanos. Unos sextos pegados a los Nuggets, los otros octavos, con el noveno en el cogote, a dos partidos del séptimo y a tres y medio ahora de ese sexto puesto que es jugoso porque es el último que evita el (probablemente peliagudo) play in que jugarán séptimo, octavo, noveno y décimo.

Damian Lillard anotó 31 puntos y repartió 6 asistencias. Un gran partido… pero casi uno discreto para su desmesurado estándar. Luka Doncic terminó en 38+9+9, con un 4/13 en triples y 4 pérdidas. Muchas luces, como casi siempre, alguna sombra y un final de partido mejorable. Su duelo no se resolvió con un intercambio épico entre ambos sino de una forma más mundana: por la superioridad en el rebote de los Blazers, un lastre habitual para los Mavs (Porzingis no cogió ni uno en sus últimos doce minutos de acción) y porque después de un 16/31 en triples durante tres cuartos, los de Carlisle se quedaron en un 2/10 en un último cuarto en el que solo anotaron 21 puntos (32-21) y en el que los Blazers pusieron más solidez defensiva que fuegos artificiales en ataque. Cosa rara. Y en el que CJ McCollum, en su mejor partido tras su lesión, tuvo más peso en el momento de la verdad que Lillard y Doncic.

El escolta acabó con 32 puntos y 4 asistencias, crucial ante unos Mavs que se desfondaron en ataque: 19-6 en los últimos seis minutos, a los que se llegó con un prometedor (para sus intereses) 106-110. Desde ahí, Doncic anotó 4 puntos pero tuvo más fallos que aciertos (entre tiros errados y pérdidas), sus compañeros fallaron lanzamientos abiertos importantes, Porzingis se difuminó en una noche en general muy oscura para él y los Blazers enlazaron un 9-0 con 5 puntos de Lillard (115-110) que dejó pista libre para un triunfo local sellado, finalmente, por un rebote de ataque y un triple de Robert Covington ya en el último minuto. Antes, con 115-112, habían fallado desde la línea de tres Doncic y Kleber.

El momento más trascendente, sin embargo, el que hizo que toda la NBA contuviera la respiración, llegó en el tercer cuarto, cuando un choque entre dos rivales dejó tocada una rodilla de Lillard, que primero hizo gestos ostensibles de dolor en el suelo y después siguió en pista, pero renqueante. En el último parcial ya pareció, por suerte, totalmente recuperado. Y sus Blazers fueron mejores cuando había que serlo, como están haciendo en muchas noches de una temporada en general excelente si se atiende a su mala suerte con las lesiones. Una en la que están por delante, otra vez con cierto margen, de unos Mavericks que seguramente se quedaron con sensación de oportunidad perdida.