El 'gigante' Shawn Bradley, paralizado tras ser atropellado
Es uno de los jugadores más altos en toda la historia de la NBA y fue uno de los secundarios de la mítica Space Jam. Tras ser atropellado en Utah, sufre una grave lesión de médula.
Terribles noticias para uno de los gigantes míticos de la NBA. Shawn Bradley, tal y como han anunciado los Mavericks, sufrió un accidente de circulación el 20 de enero, cuando iba en bicicleta y fue atropellado por detrás por un coche a apenas una manzana de su residencia en St. George (Utah). Como consecuencia sufre una lesión en la médula espinal que la ha provocado una parálisis. Después de ser intervenido, lleva ocho semanas ingresado y en rehabilitación.
“Tiene buen ánimos”, dice el comunicado de unos Mavs que aseguran el jugador quiere agradecer las muestras de cariño y dejan espacio para las palabras del propietario de la franquicia, Mark Cuban: "Nos entristecen las noticias del accidente de Shawn. Siempre nos ha enseñado su determinación y su espíritu de lucha. Le deseamos lo mejor en este trance de su recuperación. Siempre será una parte de la familia de los Mavs".
Bradley (48 años) es recordado por su 2,29 de estatura. Jugó en Dallas en el tramo final de su carrera, entre 1997 y 2005. Allí vivió buenos momentos (debutó con las Mavs promediando 14,6 puntos, 8,7 rebotes y 2,7 tapones) revitalizó su trayectoria tras pasar sin gloria por Nets y Sixers, el equipo que lo drafteó con el número 2 en 1993, donde fue elegido solo por detrás del gran Chris Webber. Uno de los jugadores más altos que han pasado por la NBA, sus 229 centímetros le igualan a Manute Bol, Yao Ming y Slavko Branes y le dejan por detrás solo de Gheorghe Muresan. Curiosamente, el rumano fue número 30 en el mismo draft, el de 1993. Un curso en el las lesiones y los problemas personales quitaron brillo a talentos tremendos como el propio Webber, Penny Hardaway, Vin Baker, Isaiah Rider, Allan Houston, Jamal Mashburn...
La inconsistencia marcó la carrera NBA de un jugador que promedió 8,1 puntos, 6,3 rebotes y 2,5 tapones. Y que entre 1993 y 1997 no bajó de 3 tapones de media por noche. Pero no llegó a mostrar toda la capacidad que apuntó como promesa. Criado en Utah y miembro de los mormones, arrasó en sus años de instituto, en los que solo perdió 4 de 72 partidos y como senior promedió 25 puntos, 17 rebotes y 9 tapones, con un partido de 18 tapones incluido. Jugó un muy buen año de College con BYU, sin salir de Utah, pero decidió entonces dedicarse a labores de misionero. Tras dos años en Australia (1991-93), se presentó al draft de la NBA.
Bradley fue uno de los jugadores que perdían los poderes en la mítica Space Jam de Michael Jordan (junto a Barkley, Ewing, Bogues y Larry Johnson), trató de hacer carrera en Utah con el partido republicano y jugó el Eurobasket de 2001 con la Alemania de Dirk Nowitzki, que perdió el duelo por el bronce contra España en una noche mágica de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro. En 2018 un estudio genético reveló que su altura no respondía a ningún problema sino a la pura genética: su padre, militar (por eso nació en Alemania) medía 2,03 y su madre 1,83. Encajaba con humor los mates que le hacían en la cara por intentar siempre defender el aro (fue uno de los protagonistas del documental Posterized, de ESPN) y de él dio una famosa definición Ray Allen: “No hace nada más que quedarse quieto debajo del aro, pero es bastante efectivo en eso”.