NBA | LAKERS 117 - WARRIORS 91
Los Lakers buscan venganza y aplastan a los Warriors
El equipo angelino no permitió que les pasase de nuevo lo mismo que ocurrió el 18 de enero. Los Lakers siguen siendo la bestia negra de Curry en el Oeste.
El pasado 18 de enero Los Angeles Lakers vencían cómodamente por 14 puntos a los Golden State Warriors en el último cuarto del primer duelo de la temporada entre ellos. La victoria, sorprendentemente, cayó del lado de los de San Francisco (113-115) con una remontada increíble. A juzgar por el partido y las declaraciones de esta noche, los Lakers se lo han tomado como algo personal: "Tenían la mentalidad de asegurarse la victoria ante un equipo que nos la robói la última vez", contaba Frank Vogel sobre sus jugadores. "Queríamos marcar terreno desde el principio y mantener el pie sobre su cuello durante el resto del partido", comentaba de forma quizá demasiado explícita Markieff Morris. Pero aunque no sea la forma más elegante de decirlo, eso fue más o menos lo que sucedió.
Los Lakers salieron a la pista como un huracán que se llevaba por delante todo lo que iba vestido de azul. Comenzaron con un 20-5 en menos de 5 minutos, con cuatro triples en sus seis primeras canastas. Al final del primer cuarto, 41-21 con 16 tantos desde la línea de personal. "Hicimos faltas como locos", decía después Steve Kerr, explicando que este era uno de esos partidos a los que era mejor no buscarle explicación. Los locales acabaron con un 6/9 en triples los primeros 12 minutos y, aunque no mantuvieron el acierto durante el resto del partido (5/22), no les importó. Los Warriors tampoco daban una desde la larga distancia (23,5%, su cuarto peor porcentaje de la temporada) mientras ellos hacían otras cosas mejor que nunca. Los rebotes (60) y los robos (14) son récord del curso para los de púrpura y oro.
En el bando contrario, 3 rebotes ofensivos para igualar su peor marca del año en este aspecto. Aparte de lo mal que jugaron, sin duda notaron la ausencia de Draymond Green, que tuvo que abandonar el partido por una torcedura de tobillo que, según Kerr, el propio jugador dijo que no parecía grave. Quien volvió a sufrir lo indecible ante los Lakers fue Stephen Curry, que se quedó en un 5/13 en tiros de campo (2/7 en triples) y no lanzói ni un tiro libre para un total de 16 puntos. A Curry se le da especialmente mal este equipo, que es ante el que menos puntos promedia históricamente de toda la Conferencia Oeste y el tercero de toda la liga (sólo mete menos a Bucks y Pacers). Su media está en 20,6, una cifra que para el base es bastante modesta. En sus 12 temporadas en la NBA sólo en tres promedia menos: las tres primeras, cuando los tobillos no daban tregua y era difícil predecir en lo que se convertiría después.
Así que para los Lakers hubo revancha, baño y masaje. Que se lo digan a LeBron James, que sólo jugó 24 minutos. "Ha sido lo mejor del partido", reconocía Vogel. En su encuentro 1.300 en liga regular (23º jugador que llega a esta cifra) LeBron pudo descansar como nunca. Hay que recordar que antes de estas dos últimas victorias, en la serie de cinco derrotas en seis encuentros que acumularon los Lakers justo después de la lesión de Anthony Davis, el alero era el jugador que más minutos estaba en cancha de toda la liga. Así que bienvenidos sean estos días de descanso, en previsión de las muchas batallas que aún quedan por delante. La próxima ante los Suns, que acechan a los Lakers a sólo media victoria de distancia.