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MOVISTAR ESTUDIANTES

El Estudiantes de Cuspinera: brotes verdes y males eternos

Jota Cuspinera debutó en el banquillo colegial con derrota ante el Unicaja en Málaga. El equipo mostró una versión esperanzadora en la primera parte.

Alec Brown y Édgar Vicedo tratan de capturar un rebote durante el Unicaja Málaga-Movistar Estudiantes.
MARIANO POZODIARIO AS

Jota Cuspinera no pudo celebrar su debut con victoria. El Movistar Estudiantes cayó en Málaga, frente al Unicaja, que martilleó sin piedad (por haber suyo en múltiples ocasiones, por debe colegial en otras tantas) desde el perímetro: 15 aciertos de 26 lanzamientos. Un 58% morrocotudo que rompió el duelo en el tercer cuarto y lo sentenció en el último. Es la 15ª derrota estudiantil en los 20 partidos que lleva esta temporada; la 7ª seguida y la 11ª en los últimos 12. Los ramireños son 16ª en la clasificación con el mismo balance de triunfos que los tres de cola: Coosur Betis, Acunsa GBC y Bilbao Basket.

Situación delicada que se trata de revertir con la llegada de Cuspinera al banquillo en reemplazo de Javier Zamora. El vitoriano se puso a los mandos del grupo hace ya dos semanas con la dificultad añadida de no contar con parte de la primera plantilla al estar con sus selecciones. Gran parte del trabajo previo al duelo contra el Unicaja se hizo con chicos del EBA y se jugó en Málaga sin Gentile, aún inmerso en la recuperación por el coronavirus, y con un Edwin Jackson todavía sin ritmo de competición tras estar cuatro meses de baja por culpa de la muñeca derecha. El resultado, brotes verdes y viejos errores en la derrota del Martín Carpena.

Mejora en defensa

La defensa mostró una nueva cara durante la primera parte. Se atacó con insistencia la primera línea de pase, hubo un mayor esfuerzo colectivo para tapar agujeros y los cambios de marcaje con los pequeños rivales aliviaron parte del esfuerzo. La vuelta de Jackson se notó bastante (el francés, por el contrario, estuvo bastante tímido en ataque) al igual que la presencia de Vicedo por versatilidad y fuerza . El bloqueo en la cabeza del perímetro, un problema endémico, fue tapado durante 20 minutos: el pívot recuperaba bien tras la ayuda al base y un tercer jugador cubría de manera eficiente el hueco dejado momentáneamente por el primero.

Ángel Delgado tiene gran parte de la culpa de la mejora atrás. El dominicano, grande y hábil en el rebote, está cada día más cómodo en la ACB y su pareja con Djurisic funciona en defensa (el montenegrino resistió bien su emparejamiento con Deon Thompson). En ataque, sobre todo en el caso de Djurisic, es otro cantar y la necesidad de un cinco de cierto nivel debe ser algo prioritario.

Sin embargo, fue un momento efímero. En la segunda parte, los colegiales volvieron a perderse y dejaron al Unicaja mucha libertad de acción en el perímetro. “No supimos interpretar cuando Málaga ha empezado a atacar con los exteriores en las salidas bloqueadas, hemos cometido errores defensivos graves que han permitido los triples de Alonso y Waczynski que han roto el marcador a nueve”, señaló Cuspinera en la rueda de prensa posterior al partido. “Ahí hemos tenido un bajón anímico, aunque aun así hemos conseguido volver tras un tiempo muerto. Pero esos errores defensivos han continuado, hemos defendido a distancia a tiradores, dejar tirar a Alberto Díaz tras bloqueo… han seguido jugando con sus salidas bloqueadas pillándonos muchas veces con ventaja para sus grandísimos tiradores”, continuó.

Ataque individual; no colectivo

En ataque, los mismos problemas del pasado. El Estu tiene calidad en sus jugadores de perímetro. Individualmente, hay puntos en sus manos. Muchos. Sin embargo, no hay una versión colectiva que permita que la amenaza sea constante e integrar a más protagonistas arriba. Hay más versos libres que unidad. “En ataque debemos compartir algo más el balón”, dijo Cuspinera.

El bajón desde el triple se mantuvo inalterable. Los colegiales solo anotaron 6 de sus 18 lanzamientos de tres. Un 33% que es toda una hazaña en comparación al 23,7% (18/76) conjunto contra el Casademont Zaragoza, el Real Madrid y el Acunsa GBC.

Una piedra pesada dentro de una plantilla con solo tres especialistas: Brown, Giedraitis y Roberson. El estadounidense pasa por un preocupante bache: 2 de 18 en los tres primeros partidos de 2021. Frente al Unicaja hizo un 1/3 en tan 13:20 (participación más baja de la temporada). Por su parte, el lituano deberá pasar por el quirófano por culpa del hombro y se desconoce cuándo volverá a las canchas. El único que fluye es Roberson, que da la impresión de ganar peso con Cuspinera en el banquillo. Avramovic, Barea, Jackson, Cvetkovic y Vicedo son más jugadores de rachas que especialista. Mucho camino aún por delante.